Si ya los jugadores profesionales son críticos con las programaciones de los encuentros que son a pleno sol, con temperaturas sobre los 30 grados, imagínese lo que puede resultar este mismo experimento pero con jugadores del fútbol amateur.

Es que el calor con el que se desarrollaron los encuentros correspondientes a la tercera fecha de la Copa Nilda Soto Trujillo que se está jugando íntegramente en la cancha de pasto sintético del club Torino era un factor a considerar.

Los jugadores tenían que hacer muchos esfuerzos para lograr recuperarse después de alguna corrida o jugado con intensidad, y la deshidratación y fatiga se dejaba ver en los cuerpos de algunos futbolistas.

Bajo esas extremas condiciones, Torino tuvo que enfrentar a la escuadra de Carlos Condell, en un encuentro donde los azulgranas buscaban una victoria que los mantuviera punteros e invictos, mientras que los visitantes esperaban lograr su segundo triunfo en lo que va de la competencia.

la magia de vera

El primer tiempo fue claramente condicionado por el calor que se sentía dentro de la cancha, ya que los jugadores de ambos equipos tuvieron bastantes problemas para acomodarse y aclimatarse al ambiente.

Fue en la segunda fracción cuando los azulgranas demostraron por qué están clasificados a la Copa de Campeones de la Anfa, y gracias al buen fútbol de su capitán Cristián Vera se adueñaron de las acciones.

Fue el "10" de Torino el que abrió la cuenta con un golazo de fuera del área, que se llevó todos los aplausos de los presentes en el recinto de calle Los Aromos.

Carlos Condell tras esto tuvo bastantes ocasiones para empatar, sobre todo en los pies de los arietes Nelson Bravo y Manuel Moraga, quienes sin embargo no lograron derrotar al golero Miguel Pavez.

Cuando el partido estaba por terminar, Cristián Vera decretó el definitivo 2-0 con otro gol de su sello: eludiendo a un rival, y sacando un misil desde 30 metros con el pie derecho.