Los 100 nombres más inscritos en 2013
Por lejos, ganan los conservadores y en español, pero también los hay extranjero.
Siguiendo la tendencia de los últimos años, los nombres que más se inscribieron en el Registro Civil durante 2013 fueron aquéllos más tradicionales, algunos de los cuales eran característicos de los sectores más acomodados de la sociedad.
En el caso de los varones, Agustín fue por segundo año consecutivo el nombre que más escogieron los padres para sus hijos, seguido por Benjamín -que hasta 2011 fue el más usado-. Luego aparece Vicente, Martín, Matías, Joaquín, Tomás, Maximiliano y Cristóbal, que se mantuvieron dentro de los diez primeros. Mientras que Mateo ingresó al "top ten", desplazando a Felipe, que bajó al lugar 14°.
Entre las mujeres, el nombre más inscrito fue Sofía, que se ubicó por tercer año consecutivo en esa posición. El segundo más usado fue Emilia, luego Florencia, Antonella y Martina -el más inscrito entre 2008 y 2010-. Le siguen, entre los diez primeros, Isidora, Maite y Agustina y este año se sumaron al "top ten" Josefa y Amanda, relegando a Catalina y Valentina. (Ver lista completa).
Otros nombres que escalaron fuertemente este año son Facundo y Simón, que casi se duplicaron, subiendo casi 30 puestos en el ranking. Otro que avanzó en forma notoria fue Pascale, que creció en más de un 50%, dubiendo 18 puestos.
Reacción a los nombres "anglo"
Con algunas variaciones, en los últimos años se han mantenido en las primeras posiciones los nombres que antes eran usados por los sectores más tradicionales de la sociedad. "Si uno hace un análisis histórico, puede asociar determinados nombres a personajes de alta alcurnia o de estratos un poco más elevados", indica la socióloga de la U. Católica, Daniella Leal. Algunos de éstos son nombres típicamente masculinos trasladados al femenino, como Martina o Agustina.
Si bien la socióloga no descarta que pueda haber un componente de "distinguirse del resto", plantea que este auge de nombres más "conservadores" puede ser una "reacción antagónica" al fenómeno que se ha venido dando hace algunos años de inscribir a los niños con nombres "anglo".
"Si tú miras los inscritos, hay un montón de nombres como Byron, Brayan o Jendelyn, que han calado dentro de la sociedad chilena, un poco en tono de burla".