Si has visto televisión en los últimos meses, de seguro te has encontrado con una famosa cantante preguntando: "¿Qué hay detrás de mi sonrisa?". Se trata del comercial que lanzó una marca de cuidado bucal para publicitar sus nuevas tiras flexibles para blanquear los dientes, que prometen limpiar 14 años de manchas con resultados que duran meses.
Sin embargo, lo novedoso del producto sólo es su formato, ya que desde hace varios años existen en el mercado chileno pastas, geles y enjuagues que aseguran ser una verdadera ayuda para lograr una sonrisa radiante y que, por lo general, son de venta libre en farmacias y supermercados.
Según explica Lia Rocha, periodoncista de la clínica de estética dental Laserdent, los productos caseros para blanquear los dientes utilizan peróxido de hidrógeno -comúnmente conocido como agua oxigenada- para lograr su objetivo. Y aunque es el mismo compuesto que se usa en los tratamientos profesionales, la especialista aclara que la diferencia está en su concentración.
Para entender cómo funcionan los productos caseros para blanquear los dientes, primero hay que saber que el esmalte está formado por cristales. "Es como un panal de abejas con forma de paletas de ping pong, con espacios que hacen que las tinciones o manchas vayan penetrando", explica el odontólogo Daniel Pupkin.
De esta manera, al aplicar la pasta, el gel, el enjuague, las tiras o sea cual sea el formato en que viene el tratamiento, el peróxido penetra entre los cristales y el oxígeno blanquea el diente.
Y los riesgos, ¿dónde están? Según Pupkin, el problema está en que el agua oxigenada quema los tejidos blandos de la boca. "El peróxido debe ser depositado sobre el esmalte del diente y ninguna otra superficie", coincide Rocha, quien agrega que si toca las encías, la lengua o los labios, puede provocar microaftas.
Peor aún si la persona llega a tragar el producto, y éste llega al esófago y estómago, causándole problemas digestivos como esofagitis o gastritis. Asimismo, si alguien utiliza estos tratamientos caseros sin saber que tiene caries, experimentará un dolor bastante desagradable, ya que el peróxido también ingresará en ella.
Y si bien en los blanqueamientos profesionales se usa el mismo compuesto a concentraciones altísimas -por lo que podría pensarse que son igual de riesgosos-, Lia Rocha explica que en las clínicas se controla la seguridad del procedimiento. "Se aplica el peróxido, y al retirar se lava con agua y se aspira el agua. No dejas que el paciente la trague", dice. Asimismo, añade que los resultados se obtienen más rápido si el tratamiento se hace de manera profesional, ya que se utilizan luces láser, plasma o led para acelerar la reacción química del peróxido.