Asalto de película en minimarket: "Venían dispuestos a matarnos"
Julia Aravena, dueña del local, comentó cómo fueron los 69 segundos más angustiantes de toda su vida.
El reloj de la cámara de seguridad del minimarket Firja marcaba exactamente las 21.40 horas y 22 segundos cuando seis individuos jóvenes irrumpieron en el local enclavado en la calle Perú 2641, en pleno corazón del balneario de San Carlos, en la comuna de El Tabo.
Tres de los sujetos se fueron directamente a la caja, donde encañonaron al cajero. Otros dos sacaron sus armas de fuego y apuntaron a dos clientes y a siete empleados que a esa hora de la noche del lunes permanecían al interior del establecimiento comercial.
Un sexto individuo, que andaba a rostro descubierto al igual que sus secuaces, se fue directo donde Julia Aravena Alvarez (67), la dueña del local y una de las comerciantes más antiguas de El Tabo.
El delincuente, de no más de 18 años, saltó la vitrina de vidrio y amenazó a la mujer con un cuchillo. Rápidamente, la tomó por la espalda y la lanzó al piso para arrebatarle más de dos millones de pesos que tenía en los bolsillos, producto de la recaudación del día.
Los hampones que estaban en la caja sustrajeron otros 400 mil pesos en efectivo, además de varias botellas de whisky y cartones de cigarrillos. El avalúo total supera los tres millones de pesos.
"Los delincuentes fueron extremadamente violentos. Venían dispuestos a matarnos a todos. Yo pensé que nos iban a matar", contó ayer Julia Aravena, quien sufrió el asalto más traumático de sus 35 años como dueña del minimarket Firja.
A las 21.41 horas y 31 segundos, vale decir sólo 69 segundos después de entrar al negocio, los seis antisociales se dieron velozmente a la fuga en un automóvil blanco que los esperaba a pocos metros del local.
Un familiar de Julia Aravena salió desde el interior de la casa adosada al minimarket y con una escopeta debidamente inscrita disparó contra las hampones. El tiro impactó la parte trasera del vehículo. Dos perdigones de acero rebotaron y terminaron lesionando en el rostro a María Flores Maturana (57), una vecina que vive a pocas cuadras del local. La mujer fue trasladada sin riesgo vital al consultorio de Cartagena y desde ahí al hospital de San Antonio.
"Seguramente estaban dateados, por eso uno de los delincuentes se vino directamente donde mí", piensa Julia Aravena.
-Nunca me quedo con tanta plata. Siempre la vamos guardando. Pero ayer (lunes) se me pasó la hora y no lo hice.
Julia Aravena se ve afectada, pero no quiere descansar al menos por este verano. Dice que las fuerzas ya no son las mismas de antes y que, después de este violento asalto, está pensando seriamente en arrendar el negocio para llevar una vida más tranquila.
"Nos han dicho que el mismo auto ha participado en al menos tres asaltos similares en el Litoral. Ojalá los atrapen antes de que sigan robando a los comerciantes", concluyó la dueña del local.