Sanantoninas apoyan proyecto que prohibe los piropos por considerar que son ofensivos
Mientras crece la concienciación en materia de igualdad, el piropo fugaz y público pierde adeptos
Desde el "mijita rica" hasta "quién fuera colchón para acomodarte todas las noches" aburrió a un grupo de mujeres que se organizaron y se la están jugando con una campaña en contra del acoso callejero y los piropos porque, aseguran, son una forma de violencia contra las mujeres.
La escena del obrero de la construcción (o colectivero, oficinista o peatón), que piropea a una mujer en la calle, con más o menos intensidad y acierto, sigue presente en las calles de nuestro puerto, pero en menor grado que en generaciones anteriores y, sobre todo, con cada vez menos aceptación. A medida que han evolucionado los papeles de hombres y mujeres, el piropo ha dejado de ser "la forma utilizada por algunos hombres para dirigirse a una desconocida" y ha pasado a convertirse en una herramienta, que fácilmente puede halagar u ofender.
La profesora de filosofía sanantonina, Patricia Toro Plaza, apoya la campaña difundida por las redes sociales "Observatorio Contra el Acoso Callejero", proyecto que tiene más de 6 mil adherentes en Facebook. "Claramente hay violencia y vulneración del derecho de circular por la vía pública. Hay hombres que invaden los espacios y muchas veces no dejan tranquila a mujeres solas", señala.
El piropo se convirtió en parte de la cultura de nuestro país, pero es bien distinto que alguien le diga a una en la calle que es linda a que le digan "quien fuera león de circo para atravesar esa argolla ardiente", ¿no creen?
La feminista profesora de filosofía explica agudamente que "obviamente el primero puede tener una connotación simpática, y el segundo es claramente agresivo, invade y transgrede todos tus espacios".
También dice que "nuestra cultura es tan machista que, generalmente se culpa a la mujer por el hecho de que "provoca" al usar cierta ropa".
Y aquí, se viene a la memoria, la idiosincrasia que distingue a otros países, como por ejemplo los musulmanes donde las mujeres deben cubrirse todo, a excepción de la vista, y cuya creencia es que "para evitar la tentación de los ojos de los hijos de Adán, ellas deben cubrirse completamente y así controlar el instinto de ellos. Es tarea de la mujer evitar las tentaciones".
Para Patricia Toro es "realmente desagradable, aunque las mujeres estamos despertando en relación al respeto que debemos exigir. Antiguamente, los piropos podrían ser, de cierta forma poéticos, pero ahora perdieron la poesía y es a todo nivel, no solo de los obreros de la construcción. Es importante distinguir entre qué es un piropo y qué no".
"Es importante distinguir qué es un piropo y qué no lo es"