Trasladan a internos involucrados en desórdenes en el gimnasio Montemar
Alcaide aclaró que "no es un castigo" y que sólo se trataría de una medida preventiva.
A las 12.30 horas de ayer comenzó un incesante movimiento de gendarmes y familiares de algunos reclusos en las afueras del Centro Penitenciario de San Antonio. En pocos segundos 20 internos fueron subidos a un vehículo especializado de Gendarmería y derivados rápidamente a Valparaíso, en medio de un amplio operativo desarrollado por personal penitenciario del vecino puerto.
Afuera del penal se reunieron cerca de 50 familiares de los reos, quienes lloraban amargamente por la "repentina determinación que tomó Gendarmería".
"No tienen conciencia de que una es madre e ir a Valparaíso a ver a mi hijo se me hará imposible", expresó una mujer que no quiso identificarse por temor a que su hijo sufriera represalias.
Los gritos de los familiares se repetían afuera de la cárcel. Todos gritaban nombres para saber si los presos trasladados eran sus seres queridos, pues hasta ese momento no conocían el listado oficial de los reos que serían llevados a Valparaíso.
"Este castigo es porque les echan la culpa de tratar de fugarse, pero ellos no fueron y nunca quisieron arrancar", alegó la esposa de uno de los trasladados.
El ambiente se volvió tenso cuando los presos terminaron de subir al microbús de Gendarmería y éste partió raudo rumbo a la capital regional.
Tras el envío de los reclusos, se procedió a leer en voz alta los nombres de los trasladados y nuevamente comenzó el llanto afuera del penal, pues muchos se iban enterando que sus seres queridos se fueron a Valparaíso.
Alcaide
Alcaide
El alcaide de la cárcel local, mayor José Luis Calfuquir, informó que tras una investigación interna, Gendarmería individualizó a once reos, quienes habrían tenido directa participación en los desórdenes que se produjeron la madrugada del martes en el gimnasio José Rojas Zamora, exMontemar. Los otros nueve tienen, según la autoridad, altas condenas y un liderazgo negativo al interior del penal.
Esa noche los reclusos fueron evacuados desde el recinto y llevados hasta el centro deportivo de Villa Italia a raíz de la alarma preventiva de tsunami que decretó la Onemi tras el terremoto de 8,2 grados Richter en el Norte del país.
Mientras permanecían sentados en la cancha principal del gimnasio, uno de los presos produjo un corte de luz tras cortar los cables de un enchufe. En medio de la oscuridad, los reclusos provocaron un alboroto que fue neutralizado con prontitud por los efectivos del Grupo Antimotines de Valparaíso y Santiago que participó en el masivo operativo de evacuación.
El mayor Calfuquir detalló que en el grupo de los internos trasladados se encontraría el autor material del corte de luz y "otros que estuvieron involucrados en los desórdenes".
El alcaide aclaró que la medida "no es un castigo" y que sólo responde a un plan preventivo y temporal mientras se extienda la actividad sísmica en el norte.
"Nuestra cárcel está en una zona de inundación y, por lo tanto, debemos evacuar a los internos cada vez que la Onemi decrete una alerta de tsunami. Evidentemente el gimnasio Montemar no reúne todas las condiciones de seguridad para un operativo de este tipo, por eso hemos decidido derivar a estos internos a Valparaíso. Ellos mantendrán la conducta que tenían en nuestro penal", aseguró Calfuquir.
"Estos procedimientos de evacuación son de alta complejidad y necesitamos minimizar cualquier factor de riesgo que pudiese poner en peligro la seguridad de la ciudadanía de San Antonio", dijo Calfuquir.