Todas las penas, fantasmas y sinsabores que penaron por años en Huracán ayer pasaron al olvido. En su tercer intento por alzar la Copa Litoral Central en los seniors, los llolleínos lograron el objetivo. Ante el mismo rival de la final de 2012, Balmaceda, y a través del mismo expediente, la definición por penales, los rojos de la calle México fueron capaces de terminar con una racha negativa y de frustraciones.
En su casa el equipo del triunvirato técnico de Luis Peñailillo, Miguel Gutiérrez y Jonatan Concha le dio una alegría a la hinchada huracanina. Fieles a su tradición sufrieron, pensaron que otra vez se les escapaba de las manos el título, pero se supieron levantar. Tras empatar 2 a 2 en el tiempo reglamentario, un alargue de 20 minutos donde no se movieron las redes (aunque Alex Salas desperdició un penal), en la tanda desde los 12 pasos Huracán ganó por 4 a 3.
Todos sabían que este partido no iba a ser fácil por la pléyade de figuras que lucían ambas escuadras. Y el partido respondió a cabalidad, bien jugado, con hartos goles, más ocasiones y un desenlace incierto.
Los primeros minutos fueron de roce y algo de pierna fuerte, hasta que en los 16" Julio Leiva, jugador que ahora defiende a Huracán, se despachó un zapatazo desde 25 metros en diagonal hacia la portería.
La reacción fue casi inmediata. En los 20" Abrigo cedió para "Chichilo" Pérez, el "10" desbordó, y como en sus mejores tiempos, llegó a la línea de fondo. Con su sangre fría miró al medio y vio que venía su compañero de mil batallas: el "Negro" Osorio no tuvo más que poner el borde interno para igualar el partido.
En Huracán sabían que tenían que marcar a Osorio. Entre Jeria y Figueroa hacían una posta para contener el "13" y el banco rojo dio una sorpresa al incluir al arquero Renato Vargas como doble 5 para parar a los volantes "gorriones".
A pesar de todos esos esfuerzos, en la media hora cuando salía el fondo rojo, Alex Valenzuela robó una pelota cedió para Osorio y el delantero desde la medialuna disparó para dejar parado a Amauric Silva y clavar la pelota en el ángulo.
Huracán no quería perder esta final y movió las piezas en el descanso. El ingreso de Alex Salas fue fundamental para tener más el balón y Vargas se le pegó como una lapa al "Negro" Osorio.
Eso sí, Balmaceda tuvo el 3 -1 que liquidaba la final. Antes del minuto se lo perdió "Chichilo". En los 6" dos veces seguidas se salvó Huracán. Pérez en la boca del arco conectó y la pelota salió para cualquier parte, en el rebote, Abrigo fusiló a Silva, pero el meta estuvo notable. El mismo ex Melipilla tuvo dos ocasiones más. Cuando se venía más cerca Balmaceda, en los 52, Juan Pablo le pivoteó la pelota a su hermano Marcelo y el pequeño volante de cabeza marcó el 2-2.
El partido no tenía respiro en los minutos finales, porque las ocasiones se registraban en los dos arcos, pero ninguno pudo lograr el tanto del triunfo y se fueron al alargue.
Salas estuvo a punto en los 73" pero el horizontal le dijo no y el mismo volante desperdició la más clara. Penal de Manríquez al "Tity" Carrera, y Gabriel Arce voló para contener el disparo .
Igual que en 2012 llegaron a los penales. Esta vez Huracán fue más certero, porque en el quinto el "Negro", el que nunca falla, mandó la pelota fuera por centímetros y le dio a Huracán el trofeo que por tantos años buscó.
La historia fue parecida, pero el final fue distinto. Igual que en la final del 2012 que se jugó en el estadio Municipal de El Quisco, el duelo entre Huracán y Balmaceda se definió desde los lanzamientos penales.
En aquella ocasión también terminaron igualados 2 a 2 y en el alargue tampoco se hicieron daño. Para los "Gorriones" marcaron Georgelino Osorio y empató 2 a 2 "Chichilo" Pérez. Los goles de los llolleínos fueron de Felipe Zegarra (1-1) y de Cristian Abrigo (2-1).
En los penales la historia terminó 4 a 3 en favor de Balmaceda. El decisivo lo anotó Julio Leiva.
Dio vuelta la tortilla