Pelícanos acosadores no dejan trabajar a fileteadoras
sócrates orellana
sócrates orellana
Mientras Rafael Henríquez y Carmen Urbina filetean pescado en el muelle ubicado a un costado de la caleta Pacheco Altamirano, cinco pelicanos se acercan sigilosamente hacia el mesón, esperando cualquier descuido para lanzarse al ataque.
Y aunque para algunos esta situación puede ser una anécdota, quienes viven de este oficio no piensan lo mismo.
'Tenemos que andar con un palo para poder espantarlos porque llegan y se tiran arriba de nosotros para tratar de robarnos el pescado', contó Carmen Urbina, presidenta del sindicato de fileteadores Fuerza de Arauco.
'Incluso en algunas ocasiones han picado a mis colegas para intentar robarle el pescado. La verdad es que es bien difícil trabajar con estos pájaros dando vuelta todos días por acá', agregó la dirigente.
'Hasta los lobos marinos andan por acá molestando. Ojalá alguien se hiciera cargo de estos animales', reclamó Rafael Henríquez, miembro del sindicato Fuerza de Arauco. Y agregó que 'si uno de nosotros llegara a lastimar a un pelicano quedaría la escoba con las protectoras de animales, pero qué pasa si ellos nos atacan a nosotros, como ya ha pasado'.
Según la dirigenta, la solución radica en la construcción de un techo que proteja a los trabajadores de estas acosadoras aves, y en especial del frío y la lluvia.
'Cuando se hicieron los arreglos al muelle, a nosotros nos ubicaron en este lugar (a un costado del muelle). Con nuestros recursos pavimentamos este sector porque era muy frío y se inundaba, pero no nos alcanzó para poner un techo que nos protegiera', contó la dirigenta. Y agregó que 'el problema es que estamos exponiéndonos al frío y a la humedad. Ni se imaginan cómo quedamos ese día que llovió todo el día'.
Carmen explicó que, a pesar de que han golpeado varias puertas para pedir ayuda, hasta ahora nada se ha concretado.
'No estamos pidiendo plata ni nada parecido, sólo queremos que nos ayuden con materiales de construcción porque nosotros podemos levantar el techo y así quedar protegidos porque a veces estamos acá hasta las 12 de la noche y es inhumano trabajar en estas condiciones', explicó la dirigenta.
'Trajimos unos toldos, pero al final alguien los hizo tira y al final nos quedamos sin nada', acotó Rafael.
Otra situación que preocupa a estos sanantoninos tiene relación con el fin de la cuota de pesca que estaría próxima a finalizar y que los dejaría sin trabajo, por al menos seis meses.
'La mayoría de las personas que integramos este sindicato somos jefas de hogar. Somos nosotras quienes llevamos la platita a la casa, por eso con el fin de la cuota vamos a quedar de brazos cruzados al igual que todas las personas que vivimos de la pesca artesanal', explicó la dirigenta.
Asimismo indicó que, en la actualidad, de los 33 socios, sólo 15 participan de forma activa.
'El resto ha tenido que buscar otros rumbos porque acá cada día se pone más difícil para nosotros, que vivimos de esto', recalcó Carmen Urbina. J
l El comerciante Abdón Saavedra también manifestó su preocupación por el termino de la cuota de pesca y que quedaría a varias familias de brazos cruzados, por al menos seis meses.