El emotivo adiós a la querida profesora Margarita Frías
sergio riveras
La profesora Margarita Isabel Frías Villatoro recibió ayer todo el cariño, el amor y el afecto que ella misma sembró durante los 41 años que estuvo en este mundo. La Iglesia Adventista de la avenida Chile se desbordó de deudos que llegaron a acompañar a su esposo José Patiño y a su círculo más cercano durante el responso que se ofició a las 15 horas de ayer.
Tras la ceremonia religiosa se vivió uno de los momentos más emotivos de todo el funeral. La carroza fúnebre emprendió rumbo al cementerio Parque El Mirador de Bellavista, pero hizo un alto en medio del camino. Fue justo frente al Instituto Bicentenario Javiera Carrera Verdugo. Ahí, más de un centenar de alumnos, acompañados por sus padres y los profesores del plantel, rindieron un merecido homenaje a su profesora de matemáticas.
El carro blanco con los restos de la querida maestra se detuvo frente al colegio, en medio de un caluroso y fuerte aplauso ofrecido por sus propios estudiantes, que enarbolaron globos blancos en señal de respeto y admiración. Los padres, el cuerpo docente del Instituto Bicentenario y el alcalde Omar Vera derramaron varias lágrimas de tristeza ante la dolorosa partida de esta joven madre que deja tres pequeños hijos, Gabriel, de 6 años, y los mellizos Felipe y Samuel, de 4.
En plena avenida Barros Luco, cuyo tránsito fue desviado por carabineros, descendió desde la carroza el ingeniero José Patiño, el esposo y gran amor de Margarita. Lorena Toro, la directora del Instituto Bicentenario, con palabras entrecortadas por la emoción, le dijo a Patiño que su mujer se convertiría en un símbolo de compromiso y entrega con la educación de excelencia.
Luego la directora del Bicentenario le entregó al marido el delantal que Margarita Frías usó en el colegio hasta abril pasado, cuando inició su período de licencia médica luego que le detectaran un avanzado cáncer al estómago, el mismo que le quitó la vida a las 3.50 de la madrugada del viernes.
José Patiño se quebró hasta las lágrimas y con palabras cortas pero llenas de sentimiento agradeció el gesto de la directora y de la comunidad educativa donde Margarita Frías trabajó los últimos dos años y donde se sentía plenamente satisfecha y orgullosa.
Los familiares, amigos y colegas de Margarita Frías dejaron decenas de condolencias y muestras de cariño en un libro que se dispuso en la entrada de la Iglesia Adventista. Todos los mensajes reflejaban en cuerpo y alma a la maestra amante y especializada en matemáticas.
'Una gran mujer, llena de amor y paz , que al mirarla transmitía todo. Con esa paz la recordaremos siempre', escribió la familia Giannelloni.
Jessica Palomino le agradeció 'los valores entregados. Esos permanecerán por siempre en el corazón de tus niños y de nosotros, tus apoderados'.
Uno de sus alumnos también le dedicó emotivas palabras: 'tía Margarita, muchas gracias por las enseñanzas entregadas. Que el Señor te tenga en tu santo reino'.
Antes del responso de ayer, José Patiño entregó sus agradecimientos a las cientos de personas que durante toda la jornada del sábado y la madrugada de ayer domingo llegaron a acompañar a su familia en el templo, que permaneció abierto toda la noche.
'Yo sabía que Margarita era conocida y querida, pero este cariño sobrepasó lo que yo imaginaba. Estoy muy orgulloso de ser su esposo porque su trabajo y su esfuerzo calaron hondo en los colegios donde ella trabajó', confesó.
Patiño confidenció que hubo varios apoderados de la escuela Poeta Pablo Neruda, del cerro El Carmen, que le dijeron que Margarita había cambiado la vida de sus hijos, porque los había incentivado a estudiar y a salir adelante.
'Cómo no voy a estar orgulloso de ella. Estas son las cosas que voy a guardar como un verdadero tesoro para que nuestros tres hijos, cuando estén más grandes, sepan quién era su mamá', dijo el esposo.
Inés Vicedo, colega, amiga y quien llevó a Margarita a la Iglesia Adventista, destacó su entrega y compromiso tanto en su vida personal como en el plano profesional.
'Fue una madre, mujer, profesora y amiga entregada al ciento por ciento. Nunca se enojaba y siempre supo compatibilizar su trabajo como profesora con su labor de madre y esposa. Se me fue una amiga irremplazable por su nobleza, lealtad y sinceridad', comentó Vicedo, quien acompañó a Margarita desde que le detectaron el cruel cáncer.
Isabel Romero, presidenta del Centro de Padres del Instituto Bicentenario, reconoció que la muerte de la maestra de matemáticas 'ha sido tremendamente dolorosa, porque fue demasiado rápida. Todos teníamos la esperanza de que ella saliera adelante, porque era una persona que creía mucho en el Señor. Siempre tenía una sonrisa para regalar a sus alumnos y a los apoderados'.
Millaray Martínez, su alumna en el 3°A del Bicentenario, la recordó como una 'profesora estricta, porque le gustaba que aprendiéramos bien las matemáticas'.
Lorena Toro, la directora del plantel educacional, la describió como 'una docente comprometida, alegre, honesta y leal', junto con recordar que Margarita Frías iba a asumir el cargo de jefa de la Unidad Técnico Pedagógica (UTP) justo cuando cayó enferma.
El alcalde Omar Vera se acercó anónimamente a despedir a la docente en las afueras del Bicentenario. 'A Margarita la conocí desde pequeña porque su papá era el conductor de la ambulancia del sistema de salud municipal. Fue un ejemplo de profesora. Por eso su partida es una gran pérdida para toda nuestra comuna'. J