Industriales: el fin de la pesca de arrastre dejará 37.000 cesantes
lsa
'Decir que la industria no respeta la veda de la merluza es una brutalidad del porte de un edificio de 40 pisos, porque los barcos merluceros no pueden salir de puerto sin la autorización de los marinos cuando hay veda', dijo ayer Luis Felipe Moncada, el presidente de la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes), respecto a las acusaciones que el miércoles hicieron los pescadores artesanales de San Antonio en contra de los industriales.
El ejecutivo explicó que los barcos industriales no seleccionan la merluza con la que arriban a puerto, por lo que, 'plantear eso es una falsedad'.
Moncada añadió que 'el principal problema que tiene hoy la merluza es lo que está apareciendo en los diarios casi todos los días, y es el permanente descubrimiento y decomiso de pesca efectuada bajo talla'. Esto, según él, es parte de un mercado negro que se ha transformado en una situación común en las regiones de O´Higgins y el Maule e incluso Valparaíso.
Respecto a las críticas que se le hacen a la pesca industrial sobre su supuesta responsabilidad en el agotamiento de algunos recursos marinos, Moncada aseguró que esa idea 'es una deformación producto de una campaña organizada' para culpar al sector industrial de que es el causante del estado de la biomasa de ciertas especies como la merluza común.
El timonel de Asipes dijo que se ha instalado una 'satanización' que muestra a los industriales como 'un grupo de empresas voraces que lo que hacen es acabar con los recursos del mar, lo que no es efectivo' frente a 'una idealización del mundo artesanal, como un mundo sufrido, perseguido, etcétera, en circunstancias que el sector artesanal representa más de 56% de las capturas de Chile, dadas las cuotas que la Ley de Pesca les entrega'.
Luis Felipe Moncada admitió que el sector que representa 'no ha sabido explicar oportunamente la verdadera situación del arrastre'. Esto, según él, se suma al desconocimiento de algunos parlamentarios respecto a estas temáticas que han sido abordadas por proyectos que buscan eliminar ese tipo de pesca.
'La pesca de arrastre no es responsable de la escasez de ningún pescado en Chile', remarcó Moncada, quien explicó que este es el arte de pesca 'más regulado' en el país.
De fructificar los proyectos legislativos que permitirían suprimir la pesca de arrastre, Luis Felipe Moncada fue enfático en anunciar que eso generaría un descalabro económico que dejará muchos damnificados. 'Los barcos que operan en la pesca de fondo llevan observadores a bordo y toda su pesca es certificada', declaró el ejecutivo.
'Si se suprimiera, a nivel nacional, la pesca de arrastre, probablemente se perderían 10.000 ó 12.000 empleos directos, y unos 25.000 empleos indirectos y habría cerca de 50 naves que se paralizarían. Cada una de ellas tiene tripulaciones importantes que sustentan esta actividad; de modo que el impacto económico sería muy fuerte, especialmente en aquellos puertos en que opera la actividad pesquera y en los que es una actividad fundamental y sin la cual, los niveles de desempleo, que de hecho están creciendo en los últimos meses, se elevarían en forma casi insoportable para esas comunidades', indicó.
'La supresión de la pesca de arrastre es, desde el punto vista económico-social, una tragedia para los trabajadores; y por eso digo que los parlamentarios que están propiciando estas medidas probablemente no tengan un conocimiento acabado de estos temas', concluyó el presidente de Asipes. J
l La gobernadora provincial de San Antonio, Graciela Salazar, afirmó que espera que el diálogo prevalezca en el marco del conflicto y demandas que han expresado los pescadores artesanales de la jibia, que exigen que este recurso sólo puede ser capturado con línea de mano.