Jovita Poblete, la joven que fue quemada por su pareja y que hoy enfrenta una nueva lucha
La noche del 9 de junio de 2012 la vida de Jovita Elvira Poblete Catrileo (24) dio un giro en 180 grados.
Su pareja Fabián Gatica Concha (42) la roció con bencina, encendió un fósforo y las llamas envolvieron el cuerpo de la mujer que en ese entonces tenía apenas 21 años.
Como pudo llegó hasta la casa de su padre, que vivía a pocos metros, en el mismo sitio. En cosa de minutos estaba siendo trasladada hasta el hospital Claudio Vicuña y más tarde derivada hasta el Carlos van Buren de Valparaíso, con quemaduras en el 40 por ciento de su cuerpo.
Hasta ahora Jovita no entiende por qué su pareja la atacó y aunque sabe que esa respuesta jamás la conocerá, aseguró que prefiere no seguir dándole vueltas en su cabeza.
"Nunca sabré por qué hizo esto. A veces pienso que pudieron ser los celos porque no encuentro otro motivo. Aunque yo nunca le di razones. Jamás lo engañé", confiesa Jovita sentada en el living de su casa, a más de dos años de este lamentable episodio que dejó marcas en su cuerpo y en su corazón.
"Me gustaría saber por qué lo hizo, aunque a estas alturas importa bien poco porque él ya no está y jamás sabré qué pasó por su cabeza ese día. Cuando lo vi llegar con la bencina pensé que era una broma porque le gustaba molestarme, pero jamás me imaginé lo que me haría después...Yo me acuerdo de todo lo que pasó ese día. Incluso cuando él se tiró sobre mí para tratar de apagar el fuego", dice la joven.
"Pudo haber sido el alcohol porque esa noche había tomado cerveza, ron... la verdad es que no sé. Tampoco es cierto que me pegaba. Yo creo que esa noche se le metió el demonio al cuerpo, porque él nunca fue malo conmigo a pesar de la diferencia de edad que había entre ambos y de lo que la gente hablaba", explica la joven.
Tras el ataque, Jovita permaneció varios meses internada en la Mutual de Seguridad en Santiago.
Su padre, Alfonso Poblete, viajaba a diario a la capital para saber sobre el estado de salud de su hija, pero sobre todo acompañarla en esos momentos en donde se debatía entre la vida y la muerte.
"Fueron tiempos difíciles, pero ahora estoy muy contento de tenerla de nuevo aquí en la casa", señala Alfonso Poblete, mientras sus ojos se llenan de lágrimas.
Mientras estaba internada Jovita recibió la visita de autoridades, quienes, según la joven, le prometieron ayuda, pero hasta ahora nada de eso se concretó.
suicidio
Debido al delicado estado de salud de la joven, su familia decidió no contarle sobre la muerte de su pareja. Pero finalmente, tras varios meses de ocurrido el ataque, un amigo le contó la verdad.
"No me quisieron decir qué había pasado con Fabián. Y la verdad es que yo siempre pensé que estaba preso, hasta que un amigo me dijo que se había matado", confidencia.
"Cada vez que pienso en su muerte, me genera mucha rabia porque él debería haber sido más valiente y enfrentado a la justicia, pero al final buscó la salida más fácil. Algunos me dicen que fue valiente al suicidarse, pero yo creo que no. El debería haber pagado por lo que me hizo, aunque ya lo perdoné", agregó.
Tras haber estado varios meses internada, Jovita fue dada de alta y trasladada nuevamente hasta su casa ubicada en la parcela 44, en la calle San Antonio de las Bodegas, en Bellavista, cerca del vertedero.
Quedó con quemaduras en su cuello, brazos y pecho y además sus pulmones no están funcionando al ciento por ciento.
"En las noches me ahogó y me cuesta respirar. Además ahora sufro de asma porque mis pulmones no están funcionando bien. Mi cuerpo quedó con marcas en el pecho, en el cuello, en mis brazos y en mis manos", detalla.
"Mi vida también cambió harto. Antes me daba lo mismo lo que la gente decía de mí, pero ahora todo me afecta. Paso la mayor parte del día acá en la casa porque no me gusta salir. Hago el aseo, cuido a mi hijo, veo tele, pero siempre estoy aquí dentro de mi casa", explica.
embarazo
"Estoy contenta porque yo quería tener otro hijo. Anteriormente perdí a una niña cuando tenía siete meses de embarazo por desprendimiento de la placenta. Estaba tan contenta con mi niñita, pero al final la perdí y eso me tiró para abajo de nuevo. La verdad es que lo pasé muy mal porque además me pasaron otras cosas bien feas que prefiero no recordar", confidencia.
El hijo de Jovita podría nacer durante los primeros días de noviembre, pero debido a la mala situación económica que atraviesa la joven, quien no puede trabajar producto de su embarazo, aún no ha podido preparar nada para llegada de su retoño.
"No he comprado ni un solo pañal para mi hijo porque no tengo un peso. Me da harta pena decirlo, pero tampoco puedo mentir. Falta muy poco para que nazca pero yo no le tengo nada, ni un sólo pilucho", reconoció la joven con algo de tristeza y con un hilo de voz producto de un rebelde resfrío que la afecta hace dos semanas.
Pero afortunadamente no todo es tristeza en la vida de esta joven, ya que hace unos días consiguió la custodia de su hijo de 7 años, quien estaba internado en un centro del Sename.
"Estoy contenta porque ahora estoy con mi hijo de forma definitiva. Después que salí del hospital comencé a verlo más seguido, pero ahora estoy muy contenta de tenerlo a mi lado, aunque no se porta muy bien", cuenta entre risas.
El pequeño está acudiendo al colegio Padre André Coindre, pero debido a su mal comportamiento, el menor pasa gran parte del tiempo en su hogar.
"Lo mando a clases y al ratito me están llamando a la casa para que lo vaya a buscar porque se porta mal. He hablado varias veces con él pero no me hace caso", señala.
"Pero a pesar de que lo manden de vuelta a la casa voy a seguir enviándolo porque quiero que él estudie y que tenga otras posibilidades que yo no tuve", reconoce.
Jovita está tratando de dar vuelta la página, pero miles de preguntas continúan dando vueltas en su cabeza, sobre todo cuando se para frente al espejo y observa las huellas que quedaron en su piel. Huellas que jamás podrá borrar. J