Nanwan, la tailandesa que llegó a San Antonio creyendo que Chile era parecido a África
Cuando Namwan Srisan llegó a Chile en febrero de este año, no sabía nada de nuestro país. Había escuchado algo por el reconocido jugador del Arsenal Alexis Sánchez.
"A él lo nombran en las noticias y se conoce del país de donde viene. Yo pensaba que me encontraría con negritos, como los africanos", cuenta Namwan en un castellano bastante claro para los pocos meses que lleva en San Antonio, considerando que no sabía nada de español.
Es una de los 14 tailandeses que arribaron al país de intercambio a través del programa intercultural AFS, organización internacional que proporciona oportunidades de aprendizaje intercultural mediante sus programas de intercambio.
Al llegar a la provincia, la primera impresión que tuvo de San Antonio fue "¡oh qué chico!, ¡qué fome! No hay nada. También un mall tan chico. No tiene ni cine, pero ahora me acostumbré y me gusta", asegura.
Su madre putativa en San Antonio es Maritza Vásquez, quien tiene tres hijos. "Primera, única y última vez que traigo a una extranjera a mi casa porque uno se encariña mucho. Yo y toda la familia no queremos que ella se vaya. Va a ser muy triste".
Agrega que "me costó atreverme por la responsabilidad que esto significa. Estaba con la idea, una experiencia nueva. Ahora que la viví me doy cuenta que es linda experiencia, pero triste porque me gustaría que se quedará a vivir acá para siempre".
EL IDIOMA
Namwam llegó desde desde la ciudad de Udon Thani, un lugar ubicado al noreste de Tailandia, sin saber nada de español. "En un principio con mi familia en San Antonio hablábamos "espanglish" y yo en inglés", cuenta.
Ocho meses después, habla fluidamente castellano. "Siempre que se siente en confianza", dice Maritza Vásquez.
"Aprendí por obligación en la casa y en el colegio, con los compañeros. Es que muy pocas personas saben inglés", se lamenta la chica tailandesa.
Tiene pasaje de regreso a su país para el 15 de enero. "Lamententablemente , porque además de que la vamos a extrañar mucho, en febrero se casa mi hija", cuenta Maritza.
Namwan asegura que "a mí me gusta mucho vivir acá. Me han hecho sentir como parte de la familia. Extraño a mi familia pero voy a volver allá a verlos muy pronto y esta familia, la de acá, no sé cuándo la voy a volver a ver".
La joven extranjera es hija de un funcionario público y de una dueña de restaurant. Es la menor de dos hermanos.
Durante todo este tiempo se comunica con sus padres en Tailandia a través de internet. Además, como buena hija de dueña de restaurante, le gusta la cocina. "Me mandan encomiendas con snack y salsas de allá para cocinar sin extrañar tanto los sabores".
VENDER SOPAIPILLAS
Por estos días ya se está juntando con los demás extranjeros que vienen de intercambio a nuestro país. "El fin de semana pasado nos juntamos en La Serena con amigos de todos los países que vinieron a Chile. Estamos comenzando a despedirnos", dice, mientras está pensando en qué negocio hacer en su país para juntar dinero y poder volver a San Antonio.
"Me pregunta a mí qué puede vender y sola se le ocurrió que sería buen negocio vender sopaipillas. Si a ella le gustaron, dice que allá también gustarán", cuenta la Maritza.
Y agrega que "también le gusta mucho cocinar. Toma por asalto la cocina y prepara cosas ricas de Tailandia. Tienen mucho picantes, que no nos gusta tanto, pero a ella sí".
Le llama la atención que a los chilenos les guste mucho preparar carne a la parrilla. "En Tailandia también lo hacen, pero no tanto. A mí me gustan las sopaipillas, el pan amasado y el pebre", dice.
SOLIDARIDAD
"Nos llama la atención lo solidaria que es. Muy distinta a los jóvenes de acá. Siempre está preocupada por los demás y regalando lo que tiene", dice Maritza.
CARIÑO DE TODOS
Maritza relata que es una forma de reírse de la ignorancia de algunos, "sin ánimo de ofender".
"No es molestia, solo es para reírnos de eso, nada más. Es que en estos ocho meses se ha ganado el cariño de todos en la familia. Ella es muy cariñosa e increíblemente solidaria", insiste la madre chilena.
LA DESPEDIDA
"Yo también, donde voy digo que es mi hija. Ahora estamos complicados porque mi hija Kimberly se casa en febrero y Namwan ya no va a estar, se va en enero. Hicimos todo lo posible por cambiar el pasaje, pero en AFS son muy estrictos".
Agrega que cuando llegó fue difícil para ella y para nosotros. No tenía tantas actividades y en silencio de este lugar donde vivimos, ella tenía mucho tiempo para pensar. Es muy tierna, todos nos encariñamos con ella".
"Voy a llegar a hacer algún negocio, vender algo para juntar plata y poder volver a Chile", dice, con los términos chilenos ya internalizados. J
"Cuando llegué
yo pensé que
me encontraría
con negritos,
como los
africanos".