La pasión por la música fue el salvavidas que sacó adelante a joven guardia sanantonino
José Soto tiene 25 años, dos hijos y es guardia de seguridad de una de las tiendas ancla del Mall Arauco San Antonio. Desde los 12 años, luego de la muerte de su padre debido a una trombosis en el año 2000, se "afirmó" en la música al encontrar consuelo en la banda instrumental del reconocido profesor local Patricio Oliva.
Años después, cuando tenía 17, su vida volvió a sufrir una terrible pérdida. Fueron tiempos difíciles y la existencia del joven José tambaleó otra vez. Tal vez un poco más fuerte luego de la partida de su madre por un cáncer pulmonar, pero nuevamente fue la música la que enderezó su camino llevándolo a consolidarse en lo que es hoy: el trombonista de la reconocida banda "La Linda Borrachera", mítica agrupación que anima las noches con su pachanga y cumbia moderna, estandarte de los carretes de la bohemia capitalina.
"Desde muy niño me interesé por la música. Mi hermano pertenecía a la banda municipal de San Antonio y me llevó a probar suerte con algún instrumento. Esa fue la plataforma que me sirvió para ir logrando mis objetivos. No ha sido fácil, pero nunca he decaído. La música es mi vida, es el flotador que he tenido en momentos difíciles. La banda del profesor Patricio Oliva, que hoy está en el Colegio Movilizadores Portuarios, me ha servido para la vida, en todo sentido y eso se agradece", cuenta José, que cada semana negocia sus turnos para poder tener libre los sábados en la noche para continuar con su trabajo en Santiago, en la banda que le apasiona y donde desarrolla su dotes artísticos con el trombón.
A los 12 años comenzó en la orquesta instrumental, y desde entonces no ha parado. Primero como trompetista y luego con el trombón. Hoy día apoya a los chicos y chicas que están aprendiendo y sigue participando de la banda del colegio siempre que lo necesitan.
"Fui creciendo en edad, madurando como hombre y aprendiendo de la música. Hoy día entrego todo lo que sé a los niños en el Movilizadores Portuarios. Algunos, que se sienten aproblemados, les confío mi experiencia de vida y les digo que con la música todo es posible. Los incentivo a que sigan porque en verdad la vida es más melodiosa cuando uno está en esto", asegura el joven trombonista.
TOCANDO PACHANGA
Hace un par de años que José Toro participa de la murga Alto Bellavista, donde toca lo que sabe y más le gusta, el trombón. El Carnaval de Verano organizado por la Municipalidad de San Antonio y que está cumpliendo 10 años, lo llevó a conocer a los líderes del grupo pachanguero santiaguino, "La Linda Borrachera".
"Recuerdo que hace un par de años estábamos ensayando para el carnaval de murgas y comparsas que ya es todo un acontecimiento en la zona y mis actuales compañeros de la agrupación se interesaron por participar, yo los contacté y felices han actuado con nosotros y quieren seguir porque saben de batucadas y les gusta", cuenta José Toro.
Añade que "yo mismo me integré a la agrupación murgas Alto Bellavista porque fue la que mejor me acogió. Hoy día los considero parte de mi familia. Creamos un lazo tan grande que espero seguir apoyándolos por muchos años más".
Luego de las murgas del verano pasado, José Toro fue invitado a participar del grupo pachanguero como trombonista estable. "Ellos son de la Pincoya, pero tocan en el Crazy Bar del barrio Bellavista en Santiago. Son todo un éxito y la gente pide sus cumbias. Estoy contento de haberlos conocido y que se haya creado esta instancia de poder seguir haciendo lo me gusta. Aunque tenga que viajar a Santiago, para mí no es un sacrificio porque lo hago con gusto".
En la actualidad José Toro se desempeña como guardia de seguridad en la tienda Paris de mall Arauco San Antonio. "Es un trabajo que también me gusta mucho. Lo hago con mucha dedicación. Soy muy responsable porque hay que trabajar para tener. Eso lo sé por experiencia. Mi trabajo como guardia es lo que tengo seguro para mantener a mi familia. Sólo espero que algún día pueda lograr dedicarme por entero a la música. Ese es mi sueño".
Como cábala, José llama a su hermano y a su mujer cada vez que sale al escenario. "Siempre ha sido así, desde que me tocaba participar en la orquesta del profesor Olivo. Necesito sentir su apoyo y su compañía".
El músico también espera que sus hijos Damián y Catalina hayan adquirido en sus genes el amor que él siente por la música.
"Espero que puedan aprender a tocar muchos instrumentos. Que puedan estudiar algo relacionado con la música. Pero siempre que ellos quieran. Para esto no se puede obligar. El arte de la música se siente o no se siente. Hay que tener una sensibilidad especial", comenta.
También dice que "si la música me sigue dando para todo lo que quiero, me gustaría emigrar junto a mi familia. Buscar nuevos horizontes donde tenga más opciones de surgir en lo que quiero. Mi foco es la música. Siempre digo que ha sido mi salvavidas. Me ha ayudado en los temas emocionales y como persona. La música me rescató de todo, me ayudó a resurgir después de penas muy grandes. Creo que voy a morir siendo músico y eso trato de transmitírselo a los niños de la banda instrumental del profesor Oliva".
MI PASIóN
José Toro dice que el tiempo puede pasar, las fiestas, los amigos, los proyectos, pero nada se asemeja al interés que siente por seguir aprendiendo cada día de la música. "Después de la tristeza y otros sentimientos, siempre la música me ha traído alegría. Le encontré el significado, me ha acompañado en buenos y malos momentos", asegura.
Y finaliza señalando que "todo lo que hago, lo hago con gran gusto, me gusta que la gente me escuche y que lo pase bien, que se muevan al ritmo de la música. Es mi euforia, mi felicidad. Me hace sentir libre, sin preocupaciones. A veces siento que soy yo y mi trombón bajo un cielo estrellado, sólo su sonido y yo. El amor por la música ha ido en aumento cada día. La música es mi forma de evasión del mundo y de las preocupaciones. Con la música expresamos nuestros sentimientos y lo que es mejor, se los transmitimos a los demás con una pasión que puede hacer que se te salten las lágrimas". J
Hoy es el
trombonista de
la reconocida
banda "La Linda
Borrachera".