"Faltan cosas y falta dinero. Yo creo que mi papá lo atrapó robándole y por eso lo mataron", teorizó el hijo de Eduardo Segundo Mejías Mejías, el hombre de 82 años que fue asesinado en su casa la tarde del lunes pasado.
A la investigación por homicidio se sumó la hipótesis de robo, pues la Policía de Investigaciones ya cuenta con antecedentes que apuntan a que René Soto Fuentealba (32) no sólo asesinó a sangre fría al anciano, sino que además le sustrajo dinero y especies.
"Según los datos aportados por los familiares, la víctima mantenía dinero en su velador y ese dinero en efectivo no está en el inmueble", detalló el subcomisario Roberto Barrientos, jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI.
Se trataría de 4 millones de pesos que el abuelito guardaba en su vivienda, junto a un juego de cuchillería y un arma a postón que no aparecen en la residencia ubicada en la parcela 8 de Quillaycillo.
"Mantenemos información que indica que luego de cometer el crimen en Quillaycillo, el imputado se trasladó a El Quisco y gastó sumas considerables de dinero, como al hacer extensos recorridos en taxi", reveló Barrientos.
René Soto se entregó en Carabineros de El Tabo la tarde del martes pasado y confesó que había atacado a su vecino de 82 años. Sin embargo, hasta ahora no ha manifestado que sustrajo especies ni el dinero.
"Faltan cosas y mi papá era un hombre calmado, pero tampoco se dejaba pasar a llevar y quizás lo encaró si lo descubrió robando. Nosotros creemos que el robo tiene que ver con el asesinato, que un crimen llevó al otro. Ese hombre se aprovechó de que mi papá era buena gente con él", expresó Eduardo Mejías hijo.
Debido a que el imputado está implicado en este segundo ilícito es que hoy será formalizado en el Juzgado de Garantía por el delito de robo con homicidio. J
l La Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones siguió adelante con las indagaciones y logró dar con el arma de la estocada fatal que el anciano recibió en el cuello.
Se trata de una navaja que estaba oculta dentro de un cajón en el mismo inmueble de la víctima. El arma presentaba manchas de sangre.
Eso sí, explicó el jefe de la BH, subcomisario Roberto Barrientos, aún falta realizar exámenes para determinar a quién corresponde la sangre hallada en la navaja.
La víctima fue sepultada la tarde de ayer en el cementerio de Lo Abarca.