La noche del viernes estaba compartiendo en una fiesta con sus seres queridos y la mañana de ayer lo encontraron sin vida. Los familiares, amigos y compañeros portuarios de Manuel Enrique Altamirano Alvarado (58) aún no dan crédito al repentino fallecimiento del trabajador.
La mañana de ayer una hija de Manuel Altamirano llegó hasta la casa del sector Brasil de cerro Bellavista y encontró el cuerpo sin vida de su padre.
De inmediato tomaron contacto con Carabineros y hasta el sitio del suceso acudieron funcionarios del Servicio de Atención Médica de Urgencia, los que nada pudieron hacer más que constatar la muerte del trabajador portuario.
Tras la orden de la fiscalía, el cuerpo fue retirado por el Servicio Médico Legal y trasladado para realizar la autopsia que determinará la causa de muerte del horquillero.
Eso sí, hasta ayer se tenía información preliminar que el deceso se debió a un infarto fulminante.
Los familiares llegaron hasta la morgue local y en el lugar expresaron su profundo pesar por el deceso.
Manifestaron que el "Pelado", como le decían en el puerto, era muy alegre, divertido y bueno para compartir sus historias con los amigos.
El hombre trabajaba como operador de horquilla en San Antonio Terminal Internacional y se encontraba ayer de día libre.
Era separado y actualmente vivía junto a su pareja en Bellavista. Era padre de cuatro hijas y tenía dos pequeños nietos.
Hasta el cierre de esta edición el cuerpo seguía en el Servicio Médico Legal. J
Según se estima, el cuerpo de Manuel Altamirano será entregado a su familia esta tarde y desde entonces será velado en calle el Sauce 1330, sector alto de Llolleo. Hasta el cierre de la edición aún no se programaba su funeral.