"Cuando vienes con niños todo cambia. El más chiquitito tiene 2 años y es súper inquieto, imagínate si se tropieza con una piedra filuda o algo por el estilo", dice Alexis Palma, preocupado por el bienestar de su familia.
Alexis visita Santo Domingo hace más de 10 años y es dueño de una casa en San Sebastián, que compró con la idea de recorrer todo el Litoral Central. Junto a su familia, aburridos del calor de Santiago, decidieron que pasarían el verano en la costa. De esta forma podrían conocer, disfrutar del mar y pasear con los niños.
"Nosotros buscamos variar, conocer y gozar de bañarnos en el mar. En Santiago, para ser específico en Peñaflor, la vida es monótona y queremos despejarnos. Además, como turistas tenemos la inquietud de ver qué ofrece cada lugar que visitamos", agregó Palma.
Lo lamentable del paseo estival de la familia Palma, fue la sorpresa que se llevaron. Cuando llegaron a Santo Domingo, se encontraron con un balneario que ya no era el hermoso lugar que solía ser. "Las Rocas de Santo Domingo tiene playas bastante lindas, pero tanta piedra le está quitando la hermosura. Nosotros tenemos hijos y sobrinos, y no nos podemos arriesgar a bañarnos y que les pase algo malo a los niños", confidencia Alexis con cierto temor.
Municipio
La Municipalidad de Santo Domingo ha tomado medidas para revertir la situación. "En diciembre de 2014 se llevaron camiones con piedras y después pasaba el tractor para remover la arena y así esparcirla. Siempre están trabajando en el tema, pero como viene gente no es mucho lo que se puede hacer", señala Nicolás Duarte, salvavidas de la playa Norte.
"A veces sacan arena de las dunas y la traen a las playas de acá. En general el municipio se ha preocupado bastante de remover las piedras. Antes las enterraban y ahora tengo entendido que estuvieron como dos semanas sacándolas ", afirma Jonathan Castañeda, funcionario de la Municipalidad de Santo Domingo.
El municipio se ha visto en la obligación de arreglar la playa de Marbella, pues los visitantes prefieren ir a ese sector, porque ahí no hay piedras. Entonces, ahora el lugar cuenta con más comodidades, como estacionamientos, salvavidas, barandas, reposeras e incluso se autorizó una nueva escuela de surf que se habilitará a fines de enero. Todo con el fin de que los veraneantes disfruten del verano sin correr grandes riesgos. J