Conozca al galán sanantonino que dejó loquita a alemana, quien ahora enamorada se viene a vivir a Chile
El primer consejo que entrega el gurú del amor, Gonzalo Ampuero (27), para conquistar a una europea es clarito: "No se les puede hablar con indirectas. Hay que ser lo más directo posible, porque o si no, ellas no te entienden nada por el tema del idioma".
"Es que el chileno es de andar adornando cada frase, sobre todo, cuando se trata de conquistar a alguien, pero la verdad es que cuando uno habla lo más clarito posible, todo funciona mejor y si no funciona, no se pierde el tiempo", agrega este sanantonino, que a través de un ramo universitario conoció a Hannah Hooper (26), una linda alemana que llegó a nuestro país por el año 2010 producto de un intercambio y ahora ambos comenzarán a vivir juntos, luego que ella decidiera venirse a a Chile para estar con el amor de su vida.
Esta linda historia de amor nació de manera incipiente en las aulas de la Universidad Técnica Federico Santa María, en Valparaíso. En esa casa de estudios, Gonzalo cursaba Ingeniería en Diseño de Productos, cuando en el segundo semestre tuvo que tomar el curso de Liderazgo.
"Era ese típico ramo que es para rellenar. No era difícil y nada por el estilo. Además compartías con estudiantes de todas las carreras y era entretenido, porque conocías a otras personas", menciona el hombre del sector de La Campiña, en Llolleo, pero que hoy trabaja en Santiago.
Por ese año, Chalo, como le dicen sus amigos, se encontraba pololeando cuando conoció a Hannah, la alemana también estaba comprometida con un teutón.
"Mi pareja por ese entonces, se había ido a España a estudiar. Estaba solo acá en Chile cuando conocí a Hannah y ella estaba pololeando con un alemán que se encontraba en su país. Siempre hubo un respeto por nuestras parejas", asegura.
La rubia europea estudiaba en su país natal International Management y según explicó el sanantonino "es algo muy parecido a Ingeniería Comercial". Ya en la universidad de Valparaíso, Hooper tomó gran parte de los ramos en el departamento Industrial.
"Nos empezamos a conocer y nos dimos cuenta que teníamos muy buena onda, pero siempre como amigos. Las redes sociales nos ayudaron mucho para mantener el contacto cuando ella se fue. Estuvo en Chile como seis meses y la única forma que encontramos para seguir con la amistad fue a través de Facebook", cuenta este enamorado chiquillo.
Luego que Hannah tomó rumbo hacia el Viejo Continente, tanto ella como Gonzalo siguieron con sus parejas. Paralelamente, ellos seguían conversando a través de Facebook o Skype como dos buenos amigos.
"Yo a ella la encontraba muy linda, pero nunca la vi de otra forma que no sea como una amiga. Incluso, pensaba en tenerla como contacto por si en alguna ocasión se me ocurría viajar a Europa y así poder conocer Alemania y quedarme con ella, así me ahorraba la estadía", cuenta entremedio de risas.
PRIMER PASO
Pasó el tiempo y también los años y Ampuero con Hooper mantuvieron una relación de amistad a distancia. Incluso ambos se enviaban tarjetas de Navidad mediante correo. Sin embargo, él tuvo que lidiar con el rompimiento de su relación.
"Fue difícil en su momento, pero es algo normal que pasa en estos casos", cuenta para luego agregar que "después de un tiempo con Hannah comenzamos a hablar más cariñosamente. Justo coincidió en que yo me modernicé. Jajajaja. Dejé mi celular tipo concha y me compré uno de estos celulares inteligentes. Entonces, comenzamos a hablar mucho por Whatsapp y de un día para otro aparecieron los emoticones de corazones en las conversaciones. Ella también estaba soltera".
Y de tanto hablar, un día Hannah le comentó a Gonzalo que quería venir a Chile, porque tenía algunos días libres en su trabajo.
"Esto pasó el 2014 cuando me hizo este comentario. Yo le dije que viniera, que se quedaba conmigo en el departamento que arriendo en Santiago", confiesa este buen samaritano.
Como no hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague, Hannah tomó rumbo a Santiago de Chile, en noviembre del año pasado, y Gonzalo llegó más arreglado que mesa de cumpleaños para recibir, hasta por ese entonces, amiga.
"Estaba muy nervioso, porque no sabía cómo debía saludarla. Cuando hablábamos por las redes sociales, nos decíamos que nos queríamos y esas cosas, pero igual no sabíamos cómo teníamos que saludarnos. Hasta que llegó y lo primero que hicimos fue abrazarnos por un largo rato, luego nos dimos un beso. Fue como si tuviésemos dos imanes en los labios", dice este romántico sanantonino.
"Lo pasamos muy bien juntos y nos dimos cuenta que en verdad estábamos enamorados. Vino a San Antonio y conoció a mi familia y les encantó. Además le llamó mucho la atención que viviéramos tan cerca del mar. Fuimos a Santo Domingo y al Cristo. Visitamos también Valparaíso y Santiago", describe.
-Terrible. La verdad es que se pasaron volando los días, pero nos comprometimos a intentar una relación. Si el primer paso fue que ella viniera, el segundo paso era que yo fuera a Alemania para conocer a su familia.
SEGUNDO PASO
Gonzalo es el hijo menor del matrimonio entre Gonzalo Ampuero y Carmen Castro. Su única hermana es Andrea y su familia es lo más importante para este ingeniero.
"Siempre he sido muy apegado a mi familia y cuando les conté que me iba a Alemania por un mes, me vieron tan contento y feliz que todos me apoyaron. Era la primera vez que viaja solo a un país que ni siquiera sabía algo de su idioma. Así que me puse a aprender de cabeza inglés. Aprendí lo básico y partí", revela.
En febrero de 2015 viajó 18 horas para llegar hasta la ciudad alemana de Frankfurt. Allí lo esperaba su amada, con quien emprendió una travesía de cinco horas para recalar en Hamburgo.
"Pese a que uno tiene la apreciación de que los alemanes son fríos, no es tan así la cosa, porque ellos te saludan y se despiden de abrazo. Eso me sorprendió", dijo este moreno galán, quien revela cómo se ganó a sus suegros.
"Cuando viajé estaban en pleno invierno. Mínimo 4 grados y de ahí para abajo. A Hannah se le ocurrió que hiciera un asado a la chilena. Ni te cuento los músculos que saqué con un cartón para hacer fuego. Había dos grados ese día. Pero la carne y los choripanes quedaron tan buenos que les encantó", expresa.
-Como Hannah tuvo que trabajar, salí solo los primero días. Nunca anduve con miedo que alguien te asaltara o robara. Allá la gente prefiere utilizar el transporte público. Bajé una aplicación del transporte de Alemania y si te decía que un bus pasaba a las 11:46 de la mañana a esa hora pasaba, ni un segundo más y ni uno menos.
-Para el día de San Valentín fuimos a Francia, a la Torre Eifel y otro día fuimos a Holanda. Fue un viaje muy lindo, pero como nada dura para siempre me tuve que venir.
-Ha sido como de película. Ella me despide en el aeropuerto con un beso y yo me voy. La verdad es que pese a las distancia ha sido todo muy lindo y siento que estoy muy enamorado.
-Ella siempre ha querido trabajar fuera de su país y quiere hacerlo en Chile. El tercer paso es vivir juntos. Como trabaja en una multinacional consiguió el traslado para acá y a más tardar debe estar trabajando en mayo acá en Chile. Ahora no queda otra que ser feliz y que todo resulte como queremos. J
Para el día de San
Valentín fuimos
a Francia, a la
Torre Eifel
"Nos dimos
cuenta que en
verdad
estábamos
enamorados.
"El tercer paso es
vivir juntos...
Consiguió el
traslado para acá
y a más tardar
debe estar
trabajando en
mayo, en Chile.
Ahora no queda
otra que ser feliz
y que todo
resulte como
queremos".