Justo después de que en la iglesia de Cartagena celebraran la misa de viernes Santo, con el ritual de la "última cena", en una casa comenzó un verdadero infierno.
Cerca de la una de la madrugada de ayer la residencial "Don Antonio", ubicada en calle Hermanos Tobar de la Playa Chica, comenzó a incendiarse violentamente.
Las llamas alcanzaron los cinco metros de altura y en cosa de minutos devoraron el segundo y tercer piso del alojamiento.
El fuego se apreciaba desde varios puntos de la comuna balneario y alarmó a vecinos del sector, los que ayudaron a intentar apagar el siniestro, sin lograrlo.
Debido a la emergencia hasta el sitio del suceso acudieron bomberos de Cartagena. Dada la magnitud del siniestro se solicitó apoyo de voluntarios del cuerpo de Bomberos de San Antonio.
Tras los esfuerzos se logró salvar el primer piso de la vivienda, pero el segundo y tercero quedaron reducidos a escombros.
Se quemaron en total 16 habitaciones de la residencial que corresponde al casco histórico de Cartagena, pues data de 1917.
"Nosotros somos cristianos y vamos a salir adelante. Gracias a Dios no hubo nadie herido. Es una prueba que nos ponen en el camino y vamos a salir adelante", expresó Mariela Muñoz, damnificada.
Cuando ocurrió el incendio dentro de la casa había 13 personas, entre adultos y menores de edad. También había una habitación con turistas ocupada. Ninguno de ellos resultó herido.
Origen
El origen del fuego generó controversia. Esto porque los dueños de la residencial manifestaron que se decía que comenzó en la cocina, pero ésta se encuentra intacta.
"Yo vi como el fuego salía desde atrás, de la casa que está atrás de la residencial. En esa casa golpeé, pero no salía nadie y cuando salieron las llamas ya había comenzado a quemar el alojamiento", relató una testigo del hecho.
Por su parte Mariela Muñoz, expresó que "este incendio comenzó en la casa de atrás. No queremos caer en discusiones, pero nosotros sentimos como el humo salía desde esa casa y desde ahí se propagó hasta acá".
La vivienda colindante a la residencial también resultó con severos daños estructurales. J