La mañana del 30 de noviembre de 2013, Ingrid Rosales Brunet (39) llegó junto a su hija de 5 años hasta la residencial ubicada en Los Suspiros 386, en La Terraza de Cartagena.
Allí se enfrascó en una discusión con su pareja Erwin Hernández, quien tomó un cuchillo y le propinó 30 puñaladas en diversas partes de su cuerpo.
Posteriormente Erwin se acercó a la menor y con la misma arma la atacó en once oportunidades, dejándola gravemente herida.
Cuando todo esto ocurría, llegó a la residencial el hijo de Ingrid, que en ese entonces tenía 15 años.
Mientras el joven le prestaba ayuda a su hermana, fue atacado por Hernández, pero afortunadamente logro huir con la menor en brazos para pedir ayuda y posteriormente trasladarla hasta un centro asistencial.
Cuando personal policial llegó al lugar luego que los residentes dieran aviso de lo que estaba pasando, Erwin estaba tendido en la cama con diversas heridas en su cuerpo luego de intentar en suicidarse. A su lado se encontraba el cuerpo sin vida de Ingrid.
juicio
Ayer esta triste historia tuvo uno de sus capítulos decisivos luego que el Tribunal Oral en lo Penal de San Antonio determinara la culpabilidad de Erwin Claudio Hernández Velásquez (44) en los delitos de femicidio, homicidio frustrado en contra de la menor y homicidio frustrado en contra del joven de 15 años.
"La Fiscalía está solicitando por el femicidio presidio perpetuo simple, porque el tribunal desestimó nuestra agravante, y no se puede pedir el máximo (perpetua efectiva). Para el homicidio frustrado estamos solicitando cinco años (de cárcel) y por el homicidio frustrado tres años", explicó el fiscal a cargo de la causa, Sergio Espinosa.
El próximo miércoles 29, a las 15 horas, el tribunal dará a conocer la cantidad de años que Hernández pasará en la cárcel por los delitos que se le imputan. J
l Luego de que el trío de jueces compuesto por Olga Fuentes, Wilson González y Claudio Espinoza determinara la culpabilidad de Erwin Hernández en los hechos que se le imputan, los familiares de Ingrid Rosales que estaban en la sala 2, respiraron aliviados, pero sobre todo quedaron muy contentos y satisfechos con la decisión adoptada por el tribunal.