Las cinco décadas de amor y compromiso de la pareja más querida de la feria sanantonina
Hace 53 años que Nelson Vázquez se robó a Onosífora del Carmen Enríquez de la casa de su familia. Así comenzó la historia de este ciudadano distinguido de San Antonio y ex dirigente del Sindicato número 1de ferias libres locales.
"Nos conocimos cuando ella tenía 12 años y yo 14, en una fiesta en Melipilla y ahí me enamoré altiro", contó Nelson, quien a duras penas lograba controlar su emoción.
"Es que han sido muchas cosas las que hemos vivido juntos, porque al principio su familia no me quería por varias cosas, pero nosotros nos queríamos", explicó el hombre de 70 años.
"A mi familia no le gustaba porque decían muchas cosas de él, que era mujeriego, que era pobre; pero yo estaba y estoy enamorada. Llevamos todo este tiempo juntos y nos seguimos queriendo igual", contó la señora Carmen, de 68 años.
Esta pareja ejemplar se conoció "en una fiesta primaveral. Fue en una de las fiestas que se llamaban los chalerones, aunque no sé si se harán todavía", recordó el tradicional comerciante sanantonino.
Pololearon un par de años, mientras ella seguía viviendo con la tía que la crió porque su madre murió cuando apenas tenía cuatro años. "Mi papá era muy bueno para el trago, entonces él no nos cuidaba y nosotros estábamos mejor con mi tía, aunque haya sido un poco estricta", recordó Carmen. "Pero a pesar de todo, él (su padre) no me quería dar permiso para que me casara, porque antes uno recién era mayor a los 21. Por eso me arranqué con mi esposo. Eso sí, cuando tenía 18 mi papá me dio el permiso por Carabineros para que me pudiera casar, porque yo ya tenía a mi hija mayor", contó Carmen con la mirada nostálgica.
"El caballero inclusive me mandó preso cuando nos arrancamos, estuve un día detenido ahí en Melipilla. Pero nosotros siempre nos quisimos, entonces, no había nada que hacer", agregó Nelson.
"Pero igual nosotros estábamos con el apoyo de mi hermano", agregó Carmen. "Él ahora me dice que tiene un poco la culpa de todo esto, porque me llevó un bolso, de esos de papel que se usaban antes con mis cosas", explicó la mujer y comerciante.
Los primeros años fueron duros para la pareja. Al principio se fueron a vivir a la casa de la mamá de Nelson en El Monte. "Ahí empezamos a tirar para arriba. En esos años trabajé en una vega que estaba antes de la Vega Lo Valledor, íbamos todos los días los dos. Le compraba a los agricultores y así partimos", contó Nelson.
"Al principio nosotros fuimos bien pobres, porque teníamos un plato, una taza y comía primero uno y después el otro, pero estábamos juntos y eso era lo que importaba", agregó enamorada la mujer.
En medio de los recuerdos más emocionales, Carmen, con su habitual sentido del humor, recordó que fue en varias ocasiones al Registro Civil de El Monte a pedir permiso para casarse, "pero como era menor de edad, no me dejaban, incluso un día le inventé que estaba embarazada y la persona de ahí me dijo que aunque tuviera 50 hijos, si no tenía la edad, él no me podía casar", contó riéndose.
Lo difícil
A pesar de que esta pareja reconoce que en todos estos años vivieron algunos momentos difíciles, "lo más importante es que nosotros estamos juntos y tenemos a los hijos bien", señaló Carmen.
La pareja tuvo cuatro hijos, 12 nietos y cinco nietos. "Pero ya vamos para los bisnietos", dijo Nelson en broma. "Es que tengo algunas nietas que son grandes y ahora los jóvenes lo hacen todo rápido, entonces yo creo que vamos para allá", reflexionó.
Luego de unos años y por temas de su trabajo, Nelson y su familia se vinieron a San Antonio.
"Llegué acá y no me moví más", reconoció con orgullo el vecino de la 30 de Marzo. "Trabajé en dos empresas, pasaron como seis años, hasta que llegó el golpe militar", contó con la mirada oscurecida.
Es que durante ese período Nelson fue dirigente de las Juventudes del Partido Socialista. "El día 13 de septiembre de 1973 me tomaron preso, estuve como 120 días en el campo de concentración de Tejas Verdes", explicó con los ojos llorosos.
"Ese ha sido el único tiempo que nosotros no hemos estado juntos. Estuve como un año preso y ahí ella quedó sola. Incluso mi hijo nació cuando yo estaba detenido", agrega mientras se seca las lágrimas.
"Yo tenía seis meses cuando a él se lo llevaron y tuve que vender todas nuestras cosas para poder vivir, porque estaba con mis dos niñas, embarazada y no podía trabajar", explicó Carmen.
Después de quedar en libertad, sin ningún cargo, Nelson volvió a su casa y a buscar trabajo, "pero en los papeles aparecían antecedentes de terrorismo, así es que no sabía qué hacer. El alcalde que estaba en ese tiempo, me facilitó una casa en Maestranza, donde vivimos harto tiempo y ahí me preguntó si me gustaba el comercio y yo le dije que sí, entonces me fui a trabajar a la feria, como en el 74 ó 75", añadió Nelson.
Carmen nunca se separó de su esposo y partió con él a trabajar en la venta de verduras y frutas. Durante esa época, también celebraron su matrimonio religioso, ya que antes sólo se habían casado por el civil. "Lo hicimos en San Juan, en la casa de un amigo, pero fue algo sencillo, no como lo que nos organizaron los hijos para ayer (sábado). Mi hija nació el primero de abril y nosotros nos casamos el 20, por eso los hijos nos dieron esta sorpresa", contó Nelson.
"Ahora fue mucho más grande, con más gente y hasta como las seis de la mañana, porque la primera vez no lo pudimos hacer así por el toque de queda", dijo Carmen.
Esta familia tenía motivos para celebrar, "porque hace unos años me vino un cáncer a una mama y a mi esposo, hace como dos años, tuvo un accidente vascular, tuvimos mucho miedo, pero siempre estuvimos juntos", explicó la comerciante.
Tanto Carmen como Nelson coinciden en que mientras el otro estuvo hospitalizado trabajaban en la mañana y en la tarde partían al hospital. "Uno no podía dejar de trabajar, porque o si no, no podíamos pagar las cuentas para recuperar la salud", explicó con pesar Nelson.
"De todos modos, después de mi enfermedad yo dejé de trabajar, porque el trabajo de la feria es uno de los más sacrificados y todo lo que uno gana o ahorra lo tiene que usar para recuperar la salud después. Por eso, siempre le digo a todos mis hijos, porque trabajan en la feria, que tienen que trabajar hasta cierto punto, porque la salud, después, es difícil de recuperar", reflexionó.
"Mi esposo tuvo que aprender todo otra vez y yo siempre lo atendí y eso se hace solo por el cariño, el amor, que uno se tiene", agregó emocionada Carmen.
El secreto
Esta pareja celebró con todo las cinco décadas de su unión. "Más encima, mis hijos me tenían la tremenda fiesta preparada; nosotros nos íbamos a casar, pero yo no sabía que iban a estar todas estas personas, incluso vinieron unos compadres a los que no veía hace tiempo", señaló don Nelson.
"Mi esposo no sabía mucho de la sorpresa, pero yo algo sabía, porque me fui a comprar el vestido", contó Carmen respecto a la ceremonia que se realizó en Lo Gallardo.
"Es muy especial, son muchas emociones en estos días. A veces me preguntan cómo uno lo hace, pero yo creo que no hay secreto. Los dos tenemos mañanas, aunque uno siempre es un poco más complicado, pero mi señora me ha tenido harta paciencia y todo eso. Todo lo difícil, lo hemos superado con el amor y con la comunicación entre los dos no más", explicó Nelson.
Carmen coincide plenamente con Nelson, "nosotros hemos tenido mucho amor, nos seguimos queriendo hasta hoy o si no, no estaríamos juntos. Siempre nos concentramos en nuestra familia y en dar lo mejor para ellos, nosotros conversamos las cosas y aunque a veces han estado un poco difíciles, porque siempre hay problemas, lo importante es que seguimos y ahora estamos así, juntos, los dos", señaló la comerciante.
La celebración familiar duró todo el fin de semana y cada vez que se puede esta familia aprovecha de compartir y regalonear a Nelson y a Carmen. "Son un ejemplo, porque pocas personas son capaces de cumplir tantos años y tener una familia tan bonita, demostrándose tanto amor", dijo Jéssica Pontanilla, sobrina de la pareja . J