Dramático desalojo en Punta de Tralca culminó con 15 detenidos
La imagen era desoladora en la parcela número 7 de la calle Piedra del Trueno, ubicada en Punta de Tralca, en la comuna de El Quisco. Una bandera chilena, que era sostenida por un hombre, flameaba al viento en señal, quizás, de que la moral, pese a que una vivienda, otra en construcción y varios quinchos se encontraban en el suelo y absolutamente destruidos, seguía en lo más alto.
Unos metros más allá, una madre se unía en un fraterno abrazo con su hija, quienes veían con resignación e impotencia cómo una máquina retroexcavadora municipal destruía todo a su paso en el Centro Ecológico Intercultural La Ranita.
A un costado de esta familia y sin entender nada de lo que sucedía, se encontraba la mayoría de los niños sobre un colchón que los adultos lograron rescatar. Algunos menores vestían con pijama y luchaban contra el frío costero. Tras ellos, varias personas corrían a auxiliar a una mujer que yacía desmayada.
El desalojo por la fuerza que sufrieron las más de 20 personas -entre adultos y niños- que ocupaban los terrenos empezó muy temprano la mañana de ayer. A las 9 horas, cuando el sol recién comenzaba a amanecer, Carabineros junto a dos máquinas llegó hasta el lugar para ejecutar este procedimiento en el terreno que pertenece a la Federación de Estudiantes de Ingeniería de la Universidad de Chile y que fue tomado por varias familias.
La orden se llevó cabo por un decreto alcaldicio, el cual autorizaba la demolición de esta vivienda construida ilegalmente, según declararon las autoridades municipales.
SANTUARIO
Los vecinos que residían en el lugar declararon que este sector había sido elegido para desarrollar "un proyecto ecológico, el cual promovía la convivencia entre la naturaleza y los vecinos".
"Este era un centro en el cual todos participaban de talleres de yoga, tratamientos de barro, de música, entre otros. Además vendían colaciones y a veces hacían pescado frito para vender. Ahora mira cómo lo dejaron. Muchos turistas venían a participar en los talleres. Es una lástima esto que pasó", cuenta Eduardo Fuentes, uno de los pobladores desalojados.
-En este lugar hay pura gente trabajadora. Mire a su alrededor, hay gente que pidió permiso en su trabajo para venir a salvar sus cosas. Si acá viviese gente drogadicta o ladrona seríamos nosotros mismos los que los echaríamos, porque acá hay gente buena.
Hace siete meses que este grupo de personas se instaló en el lugar. María Montenegro es madre soltera con cuatro hijos y a la espera de un quinto. La mujer se movía de un lugar a otro tratando de buscar alguna explicación a lo que estaba sucediendo, pero lo único que le quedaba era llorar.
"Hace siete meses que estoy acá y es terrible lo que está sucediendo, porque no sabemos qué haremos ahora. Dónde vamos a pasar la noche. Qué hacemos con los niños. En las noches hace mucho frío y no tenemos dónde dormir. Me parece que lo que hace la alcaldesa es injusto", dice la mujer.
A su lado está Gisela Fernández, otra de las afectadas y quien también tuvo palabras para la máxima autoridad comunal. "La alcaldesa nos saca de este lugar porque no le generamos recursos. Nosotros como comunidad estábamos en contacto con los estudiantes, a quienes les pertenece este terreno. Ellos estaban de acuerdo con lo que hacíamos en el lugar, pero ahora llega esta gente y hace todo tira".
Según fuentes de la Municipalidad de El Quisco, ellos no han recibido ninguna notificación con respecto a lo mencionado por Fernández. Es por ello que la maquinaria municipal comenzó con la orden de demolición del lugar.
FALTA DE VIVIENDAS
La artesana Susana Cerón tiene 50 años y desde el 2009 que reside en el sector de Isla Negra, en la comuna de El Quisco. Todos los días se levanta para trabajar y vender lo que crea con sus manos.
Hace algunos meses conoció a este grupo de muchachos que promovía el trabajo artesanal y así fue como se instaló en este terreno.
"Uno sabe que este lugar no es de uno. Es por ello que, como lo decía nuestra amiga, había contactos con los dueños de los terrenos. Nosotros queríamos pagar o ver cómo podíamos ocupar este lugar", cuenta Cerón, quien incluso va un poco más allá de la orden de demolición.
"Durante todo este tiempo que llevo viviendo en la zona nunca he podido optar a una vivienda, porque a una mujer sola y con mi edad no la dejan, es el mismo sistema el que te discrimina. Además cuando he intentado arrendar un lugar solo lo hacen hasta diciembre, porque durante enero y febrero arriendan muy caro y para los turistas. Ojalá que alguien también ayude a los que queremos tener una vivienda", expone.
MUNICIPALIDAD
Desde la Municipalidad de El Quisco se refirieron a la demolición que ocurrió la mañana de ayer.
A través de un comunicado de prensa explicaron que "en su momento se solicitó a los dirigentes de estos asentamientos un catastro con los habitantes de las tomas, con el objetivo de prestarles algún tipo de ayuda social una vez concretadas las demoliciones, situación que a la fecha nunca obtuvo alguna respuesta positiva. Esperamos en los tiempos convenidos algún tipo de acercamiento por parte de estas personas, pero nunca lo conseguimos, es más, en el momento de la demolición, muchos de los funcionarios municipales fueron amenazados de muerte por cumplir con sus funciones".
Según fuentes de Carabineros, la jornada concluyó con 15 detenidos, quienes causaron incidentes durante la demolición. J
l En la parcela 7 de la calle Piedra del Trueno, en Punta de Tralca, funcionaba hasta ayer el Centro Ecológico Intercultural La Ranita, que también servía de residencia para más de una veintena de personas, entre adultos y niños.
Según contaron sus miembros, en el sector existe un humedal, en el cual habitan especies como lagartijas y garzas.
En el recinto se efectuaban, hasta ayer, diferentes talleres artesanales.
"En las noches
hace mucho frío
y no tenemos
dónde poder
dormir",
María Montenegro,
"Nunca he
podido optar a
una vivienda,
porque a una
mujer sola y con
mi edad no la
dejan",
Susana Cerón,