Satisfacción había ayer en los 92 funcionarios de la Administradora de Aduanas de San Antonio tras el acuerdo con el Gobierno que permitió poner fin a un paro que duró nueve días.

La mañana comenzó tensa para los trabajadores movilizados, pues debían demostrar que tenían la capacidad de presionar para obtener una respuesta a sus demandas. Por lo mismo, el contingente de los funcionarios de San Antonio se trasladó, casi al mediodía, hasta el acceso de camiones de la empresa San Antonio Terminal Internacional (STI), donde impidieron el tránsito de los vehículos de carga. Todo se desarrolló en la más absoluta paz.

Mientras en el puerto sanantonino los socios de la Asociación Nacional de Funcionarios de Aduanas de Chile (Anfach) protestaban con pitos y pancartas, en Santiago se iniciaba una reunión que sería clave para el término del conflicto. Las autoridades veían cómo el tema se les complicaría cada vez más, ya que los funcionarios del Servicio Agrícola y Ganadero se sumarían al paro a partir del lunes 1 de junio.

aumento

Pasadas las 16 horas, el tesorero de la Anfach San Antonio, Pedro García, confirmó que en la capital se había llegado a un acuerdo que permitía bajar la movilización.

"Se firmó un protocolo de acuerdo que establece un aumento de 1.700 funcionarios de planta y 600 funcionarios a contrata, con lo que tendremos un total de 2.300 personas en Aduanas", aseguró el dirigente.

La propuesta que hizo el subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, implica que se llegará al total de 2.300 funcionarios en forma gradual hasta el año 2018. El acuerdo fue firmado por el presidente nacional de Anfach, Marcelo Reyes. En Santiago, los funcionarios tildaron de histórico este pacto.

"Logramos el objetivo y por eso estamos súper contentos", expresó el dirigente Pedro García.

"Pedimos disculpas a los usuarios, transportistas, gente de aduanas etc. que se vieron afectados. Entiendan ellos que esto también irá en beneficio de una mejor atención, esperamos, en el corto plazo", concluyó Marcelo Reyes.

En la tarde de ayer se iniciaría el proceso de normalización de las labores fiscalizadoras en el puerto. J

l Rubén García Alvarez (53) es un fiscalizador de la Aduana de San Antonio, institución a la que ingresó hace 23 años. Sus colegas lo llaman "Clark Kent", ya que cuando entró a prestar servicios en este organismo él usaba unos grandes lentes que se parecían a los del periodista que en el cine se transformaba en Superman.

Aunque nació en San Antonio, sus primeros pasos en la Aduana los dio en Santiago y luego en Talcahuano. Para él fue un orgullo iniciar esta trayectoria. "Entrar a la Aduana era un anhelo de juventud; varios postulamos en San Antonio pero yo fui destinado al aeropuerto en Santiago", contó ayer mientras participaba de la última protesta previa al fin del paro nacional.

Antes de ser contratado como fiscalizador en la Aduana, "Clark Kent" estuvo ligado al mundo del periodismo, ya que trabajó en la Radio Sargento Aldea. Es común que le pidan que anime los eventos que organizan sus compañeros de labores.

Casado con Sandra Guzmán hace 25 años, Rubén García contó que la exigente vida de fiscalizador de Aduana provocó que se generaran algunos problemas en la relación con su esposa cuando estuvo destinado a la Octava Región, donde debía cumplir turnos de 15 días en un paso fronterizo. "Lo conversamos con mi señora y al final decidimos devolvernos a San Antonio, yo opté por la familia y acá estamos más tranquilos", confesó sobre esa época pasada.

Por esta última situación, este funcionario validó el paro de Aduanas en que el principal objetivo era bajar la carga laboral. J