Tras su reelección el viernes pasado, un desafiante Joseph Blatter respondió las consultas sobre si debería renunciar a su cargo tras los escándalos de corrupción que sacuden a la FIFA. Blatter, sin miedo, lanzó claramente: "¿Por qué voy a renunciar? Eso sería aceptar, decir que tengo culpa en lo que está pasando, yo, que estoy luchando desde 2011 con nuestras diferentes comisiones contra todo tipo de corrupción". Pero el suizo dio un paso atrás y ayer presentó su renuncia ante la gravedad de los hechos.
El pasado lunes, en una conferencia de prensa sin preguntas, Blatter se despachó el discurso más triste desde que asumió la cabecera de la FIFA en 1998.
Comenzó explicando que tras un profundo análisis, donde tras 40 años de trabajo siempre ha buscado lo mejor para la entidad, es hora de hacer cambios, y que esa reestructuración pasaba por su renuncia de la FIFA.
"Pese a que tengo un mandato gracias a los miembros de la FIFA, no siento que tengo el mandato de parte de todos los aficionados, jugadores, clubes y de las personas que viven, respiran y aman el fútbol tanto como todos los que lo hacemos en la FIFA", declaró tristemente.
Su renuncia fue una bomba a nivel mundial y un golpe de efecto para la investigación que comanda la fiscal general de Estados Unidos Loretta Lynch, dando asidero a los rumores que indican que Blatter declararía como testigo protegido del FBI para aclarar los destinos de los dineros que se imputan como sobornos para dirigentes de la Concacaf y Conmebol.
Ahora elecciones
El presidente saliente también agregó que instará al Comité Ejecutivo para realizar un congreso extraordinario donde se defina a su sucesor. El proceso estará a cargo de Domenico Scala, presidente de la Comisión de Auditoría y Cumplimiento de la FIFA. Mientras se confirman las candidaturas y la fecha de la votación -que sería entre diciembre o marzo de 2016-, Blatter se mantendrá como presidente de la FIFA: "Este proceso tendrá que dar tiempo suficiente para que los candidatos se puedan presentar y hacer campaña".
Ali bin al Hussein, el príncipe jordano que perdió ante Blatter en las elecciones del viernes pasado, ya anunció que no descarta presentar nuevamente su candidatura.
Blatter, además, detalló que uno de los primeros cambios será la reducción de los miembros del comité Ejecutivo, quienes tendrán que ser elegidos en el Congreso de la FIFA. "Necesitamos límites de mandato no solo para los presidentes, sino que también para los miembros del comité", explicó el dirigente.
Tras su dimisión, el presidente de la UEFA Michel Platini valoró la decisión tomada por el ahora renunciado directivo. "Es una decisión muy difícil, valiente y correcta", expresó escuetamente el francés.
Greg Dyke, presidente de la Federación Inglesa de fútbol, agregó que lo sucedido es una decisión "fantástica para el fútbol. Algo de lo que ocurrió la semana pasada ha provocado que Blatter dimita".
Además, mandó un recado a los organizadores de Qatar: "Podemos volver a mirar esos dos Mundiales. Si yo fuera Qatar, ahora mismo no me sentiría muy cómodo".
Repercusión en Chile
Harold Mayne-Nicholls, ex presidente de la ANFP, fue uno de los pocos en referirse a la renuncia de Blatter. A su juicio, la decisión es valorable, pero tardía.
"Deben venir nuevos tiempos para la FIFA. No sabría decirle quién debería reemplazarlo, pero debe venir más transparencia, más democracia en la toma de decisiones, y que los cargos duren cierto tiempo y no sean eternos", afirmó Mayne-Nicholls. J