Se amanecieron temiendo que destruirían sus casas
Un grupo de treinta familias de la toma Padre Hurtado de El Quisco apenas durmió la noche del viernes. Todos hicieron fogatas en la calle y se prepararon para lo peor. Temían que un piquete de Fuerzas Especiales de Carabineros y funcionarios municipales llegara a erradicarlos a la fuerza y destruyeran sus viviendas.
"Nosotros estábamos listos para defender nuestras casas, porque desde la municipalidad se filtró que nos iban a venir a sacar y a destruir la toma igual como hicieron con "La Ranita", explicó Jorge Fuentes, vicepresidente del comité de la toma que agrupa a 31 familias.
Afortunadamente para los pobladores se trató sólo de un susto y la tarde de ayer volvieron a la calma. "Estábamos con harto temor, porque acá se trata de familias que tienen problemas y necesidad de vivienda. No es como en otras partes que es gente que llegó de Santiago a tener una segunda casa en la playa", aseguró.
"De la municipalidad nos dijeron que teníamos que tener el permiso por escrito del dueño del terreno para poder continuar, en caso contrario nos iban a sacar. Algo que por suerte pudimos concretar para poder estar más tranquilos", explicó el dirigente desde Santiago mientras realizaba los trámites para autorizar la ocupación.
"Nuestra intención ahora es trabajar esto con el Serviu para que ellos puedan comprar el sitio y que más tarde nos hagan casas acá mismo. Vamos a hacer todo lo que sea necesario, porque acá viven familias que no tienen de dónde sacar la plata para irse, o si no, no estaríamos en las casas que estamos", finalizó. J