La solidaridad de una sanantonina que resiste en la zona del aluvión
Fue por amor que la joven Paola Fredes Torrijo, de 24 años, se marchó desde su natal San Antonio a vivir a la comuna de Tierra Amarilla, en el norte del país.
Cuando hace 11 años conoció a Michael Aros Salinas (28), ambos se transformaron en amigos inseparables. Cada uno tenía su pareja, pero luego se dieron cuenta que se amaban y decidieron estar juntos y empezaron a compartir la vida.
En ese tiempo, él, que también es sanantonino, iba a vender paltas a Copiapó. Fue en esas circunstancias en que hicieron un viaje que marcaría su futuro. "Un día lo acompañé a vender las paltas y nos fuimos al norte, y nunca más volví a San Antonio", contó sobre lo que pasó hace cinco años. Hoy tienen dos hijos: Ariel, de 3 años, y Michael, de 2 años.
Con pocos recursos, pero presos del amor, Paola y Michael se instalaron a vivir en una casa que armaron en una toma, en la parte alta de Tierra Amarilla. Ahí estaban en abril pasado cuando ocurrió el aluvión que asoló a esta zona del país.
"Aunque hay una quebrada detrás de la casa en que vivimos, acá no nos pasó nada con el río. Como se cortó la luz, yo me enteré de lo que ocurrió muchas horas después, sólo cuando mi marido llegó a la casa y estaba todo mojado y embarrado", relató.
Apenas pudo, Paola y una vecina salieron a recorrer las calles para conocer la magnitud de la catástrofe. El panorama era desolador y decidieron ayudar de la única manera que podían hacerlo. "Hicimos sopaipillas y las fuimos a repartir a los albergues, esa fue nuestra forma de entregar ayuda", recordó. Días después, también fabricaron pan para venderlo en un lugar donde los alimentos empezaban a escasear.
La solidaridad es una actitud que Paola y Michael comparten. Él, que es un destacado deportista y profesor de lucha greco romana, practica boxeo en el ring y en el gimnasio que instaló en una modesta parte del terreno en que ocupa en Tierra Amarilla. Ahí logra que niños y jóvenes se dediquen al deporte y no caigan en la droga. "Estoy orgullosa de él, me gusta que enseñe lo que sabe y así evita que los niños estén parados en una esquina sin hacer nada", dijo esta exalumna del Liceo Juan Dante Parraguez.
La suegra de Paola, Elizabeth Salinas, también ha demostrado ser solidaria con los damnificados del norte y organizó una campaña destinada a reunir alimentos no perecibles. Ese ejemplo es el que esta mujer ha tomado en cuenta.
"Somos una familia bien humilde; hay gente que me dice ´por qué vivo en una toma´, pero yo soy feliz estando con mi marido y mis hijos. Estoy bien, me gusta el norte, y cuando llegamos, hubo gente que no nos conocía pero nos regaló cosas, así que hay que tratar de ayudar cuando se pueda", explicó Paola.
ayuda empresarial
El pasado lunes 15 de junio, Paola Fredes quiso seguir ayudando a la gente de Tierra Amarilla. Ese día viajó en bus desde San Antonio, donde vino por un par de meses para que sus hijos no absorbieran la contaminación que aún hay en el norte. Ella se encargó de colaborar con lasrepresentantes de la empresa San Antonio Terminal Internacional (STI), Loreto Flores y Mónica Castro, para que pudieran visitar a las familias que recibirán los aportes que los trabajadores y esta compañía donarán en la localidad de Los Loros, en Tierra Amarilla.
Bajo un sol que por momentos quemaba y en medio del áspero polvo que había en el aire, Paola y las profesionales de STI fueron visitando las casas donde aún la ayuda estatal no llega. Así esta sanantonina, a sus cortos 24 años, cumplió con su costumbre de ayudar al prójimo. J
l Para ayudar a 10 familias de la comunidad de Los Loros, la empresa STI y sus trabajadores reunieron una suma de dinero que invertirán en la compra de mediaguas. Esta campaña es parte de una política que tanto los portuarios como la compañía han respaldado con la mis fuerza.
La entrega de esas viviendas de emergencia se concretará apenas se evalúen los datos de las personas encuestadas en Los Loros.