Rodrigo Paillaqueo: el arquero que llegó al SAU con el propósito de subir
Al interior del plantel de San Antonio Unido el discurso se repite entre los distintos jugadores que integran el elenco que adiestra Jorge Miranda Kirk. A 20 días del inicio de la competencia de la Segunda División, cada uno de los integrantes de este equipo ratifica que el único objetivo de los lilas esta temporada es ascender.
Rodrigo Alejandro Paillaqueo Muñoz (28 años) no es la excepción. El portero formado en Colo Colo y uno de los pilares del ascenso de Magallanes en 2010 con Osvaldo "Arica" Hurtado en la banca sabe a lo que viene.
El nacido en Lo Espejo (Santiago) de 1.76 metros y 76 kilos, es claro en sus palabras. "Las buenas campañas no sirven de nada si sigues en la Segunda División. Lo único que sirve es ascender", recalca y eso es lo que busca transmitir a sus compañeros de menos experiencia en este plantel.
El "Pailla" es un hombre de dilatada experiencia en el fútbol. Jugó por Colo Colo, en una pre Sudamericana, y compartió camarín con grandes futbolistas como Claudio Bravo, Marcelo Espina, Matías Fernández, Arturo Vidal y Alexis Sánchez. Fue parte de esta generación de históricos que ganaron por primera vez la Copa América, pero Rodrigo está muy lejos de esa exitosa realidad. Hoy se embarca en un nuevo proyecto, que desde los cimientos intenta levantar un club sólido en San Antonio.
Su historia tiene muchas similitudes con las de aquellos que hoy brillan en Europa. El fútbol fue una válvula de escape, un salvavidas para dejar de lado una cruda realidad en las poblaciones capitalinas. "En ese tiempo el fútbol era un hobby, para alejarme el barrio, que es bastante complicado. Cuando uno escucha a jugadores exitosos que cuentan que podrían estar en un lado o en el otro, era igual a lo mío. Si no era el fútbol, iba a estar parado en una esquina", aseguró.
"Partí muy chiquitito a los 8 años en una escuela de fútbol de San Ramón y alcancé a estar 6 meses, porque me mandaron a buscar del Centro de Perfeccionamiento de Colo Colo, con el profe Patricio Contreras. Ahí se empezaron a dar cosas, a viajar harto a meterme en la interna del club", recordó sobre su llegada a Pedrero.
Comenzó como jugador de campo, pero de a poco encontró en el arco su lugar. "Me gustaba el arco, porque tiene una responsabilidad distinta, me gustan los desafíos. El convencimiento para ser arquero llegó después de una gira, donde salí elegido como el mejor. Ahí pensé que tenía condiciones y le dije a mi papá 'disculpa si querías que estudiara, pero esto es lo mío'", evocó sobre su inicio en el puesto.
El 7 de julio de 2004 fue un día que nunca olvidará Paillaqueo. En esa jornada debutó por Colo Colo, en una pre Sudamericana ante la Católica. "Por esas cosas de la vida a los 17 años me tocó debutar por Colo Colo. Fue una sorpresa, porque a esa edad no estás preparado para debutar, más en esos tiempos en que era muy difícil que te dijeran ven a un camarín donde había tipos como Marcelo Espina, Miguel Ramírez o Miguel Riffo. Era complicado, tipos con una experiencia tremenda y uno recién partía. Gracias a Dios me tocó un grupo de muy buenos compañeros, de muy buenas personas me ayudaron demasiado en mi inicio de carrera", contó sobre ese sorpresivo llamado al elenco estelar albo.
Y agregó que "debuté chico, tengo un par de fotos guardadas, era flaquito, chiquitito, un pollo y hasta el día de hoy me preguntó cómo tomaron esa determinación de que jugara. Ascendí al primer equipo en 2004 con Dabrowsky. El titular era Eduardo Lobos, estaba Claudio Bravo y Víctor Loyola. Sucede que en el debut antes jugó Colo Colo con Boca en el Monumental, Lobos salió a cortar una pelota y quedó con un problema en la ingle. Claudio estaba en la selección y a Loyola le dio un lumbago. Colo Colo venía de la quiebra y tuvieron que recurrir a los juveniles. Estaba el arquero de la juvenil, otro de otra categoría y recién venía yo. Hasta el día de hoy no sé porque Morón, Dabrowsky y Raúl Ormeño me eligieron. Cuando me fueron a buscar pensé que era una broma, era muy difícil. Mi papá no me creía, y le dije ahí están las entradas, el domingo juego a tal hora".
Para Rodrigo Paillaqueo lo que vino fueron bellos recuerdos. "Me subieron de forma definitiva al primer equipo. Se fue Dabrowsky, estuvo Marcelo Espina y después vino Borghi. Me tocó compartir con una generación maravillosa. Tengo la suerte de conocer a toda esta generación que ganó la Copa América. Tuve de compañeros a Claudio Bravo, a Matías Fernández, quien es un año mayor que yo; Jorge Valdivia, Arturo Vidal, Alexis Sánchez. No sabía dónde estaba parado", reconoció.
A pesar de ser un joven portero aún en formación, Rodrigo era considerado y jugaba regularmente, porque lo citaban a las Copa Gato, al torneo de reservas, donde tenía de compañero a Gonzalo Fierro, y al torneo.
-Fueron muchas cosas, siempre se cuestionó mi estatura, pero no lo veo como un problema. Algo he hecho mal y pienso que sé que fue. Lo importante es superar los errores. En algunos equipos he tomado malas decisiones, me he echado un poco, me he relajado. Estoy a tiempo, tengo 28 años y creo que puedo hacer cosas más grandes, por eso vengo a San Antonio. Eso se lo transmito a mis compañeros.
EXPERIENCIA
Rodrigo Paillaqueo vivió de todo en el fútbol. Jugó por un grande, luchó y consiguió un ascenso y estuvo a punto de despedirse del fútbol por ingratas experiencias.
En San Antonio quiere otra oportunidad y gracias a la madurez de los años y los golpes de la vida tiene claro el panorama. "Este club hizo dos muy buenas campañas y quedó a un punto de ascender, lamentablemente las buenas campañas no sirven, porque siguen en Segunda División. Si no logras el ascenso no es bueno. A eso vine, a lograr el ascenso. Lo logré con Magallanes en 2010 y la clave fue el grupo. Si te fijas de ese grupo existen 5 jugadores en Primera División y uno en el extranjero (Junior Fernandes). Entre mis compañeros estaba Juan Cornejo, a quien ahora se lo pelean entre Colo Colo y la U, Andrés Reyes, Felipe Reynero, quien estuvo en Huachipato y la U de Conce", contó.
Antes del ascenso con los "Carabeleros", hasta 2007 jugó en Colo Colo y luego se fue a Coquimbo (finiquitado) "donde no lo pasé nada de bien. Jugué un partido, tuvimos 5 técnicos ese año. Estaba (Daniel) Ferreyra en el arco, un arquero de la casa y descendió el club. Me vine con una fractura en la muñeca, que me impedía jugar".
Lo malo no pasaba, ya que "en Colo Colo me hicieron la rehabilitación, tres meses fuera de las canchas, vuelvo a entrenar y trotando me fracturé el escafoide (hueso de la muñeca)".
El golpe más duro se lo dio la selección mundialista Sub 20 de Canadá. "El final de Colo Colo no fue malo, lo malo fue hacer un año y medio del proceso de la selección Sub 20 y no quedar. Al último la lista se modificó y quedé afuera. Eso me marcó en mi carrera.
Sulantay me dejó afuera antes de ir al Sudamericano y subió a Leighton. Peleaba un puesto con Toselli y ya habían quedado fuera Nery Veloso y Olivares. Fue John Valladares", precisó.
Recuerda que en Coquimbo, José Sulantay le dijo que había opciones de ir a Canadá. El llamado nunca llegó. "Para mí el 2007 fue para el olvido, incluso pensé en dedicarme a estudiar, no quería que me siguieran humillando. Me fracturé, me recuperé y después tuve la opción de conocer a buenos técnicos, buenos preparadores físicos y preparadores de arqueros. Conocí a Osvaldo Hurtado y Marcelo Palma. Querían armar algo parecido a lo que se hace en San Antonio hoy. Me invitaron me advirtieron que no había mucha plata, pero les respondí que lo único que quería era jugar. Saber si servía para el fútbol", rememoró sobre un paso que marcó su carrera.
"Me quedé, logramos el ascenso que fue maravilloso, nunca lo olvidaré. Nos vestíamos en un camarín de lata de 4 por 4 metros, no teníamos nada, sólo sueños, porque todos queríamos llegar al fútbol profesional y el resultado fue ese.
-Sí, renací como jugador. En 2013 hice el mejor campeonato en Primera B, tuve la opción de ir a equipos de Primera, pero prioricé seguir en Magallanes. Ahora creo que me equivoqué por no ir a Ñublense. Incluso conversé con el "Chifli" Rojas, tenían interés, porque necesitaban un arquero como yo. Privilegié el bienestar del club. Arreglé mi contrato por dos temporadas, pero lo pasamos mal, porque hubo inconvenientes, la gente que me apoyaba se fue. Ya no estaba Marcelo (Palma), se fue Osvaldo, se desarmó el grupo, lo que hicimos en mucho tiempo. No me renovaron el contrato ni siquiera terminé jugando.
No estuvo mucho tiempo inactivo, ya que San Antonio le abrió las puertas de inmediato. "Hablé con Marcelo (Palma) y me invitó, ahora no busco renacer en el fútbol, quiero aportar mi experiencia, porque San Antonio necesita estar en Primera B. Me gustan los desafíos y a eso vengo, a transmitir mi experiencia a mis compañeros, para que en conjunto logremos este objetivo.
-Esto es fútbol, mientras así sea voy a estar. No me importa hacer el esfuerzo. Si todos aportamos un grano de arena lograremos el objetivo. No hacer una buena campaña, sino que ascender.
-Es que ese es el objetivo. En el fútbol y en la vida lo debes hacer así, o sino es difícil seguir caminando. Es lo que quiero transmitir junto con Sergio (Moreno) Ángelo (Alvarado) que somos los de más experiencia. Les decimos que las buenas campañas no sirvieron de nada.
-No, primero vamos paso a paso. Lo primero es hacer una buena preparación física, cargar bien combustible para enfrentar un campeonato que es duro, donde hay que correr más que jugar y en eso estamos. Luego vendrá el inicio del torneo en 20 días más. J