Durante el 2014, 21.761 niños vivieron bajo los cuidados de un centro o programa del Servicio Nacional de Menores (Sename), cifra que ha ido disminuyendo en el país, pues en 2010 eran más de 25 mil en esa condición.
Para que un menor de 18 años sea admitido por un centro debe haber una orden de un tribunal de familia, y se hace cuando considera que su familia biológica vulnera sus derechos. En ese caso, las opciones son dos: ser internado en un recinto como residente o destinarlo a una familia de acogida por el tiempo que sea necesario.
Esta opción ha aumentado desde 2010 en un 44%, desde 4.199 a 6.053, siendo generalmente gestionados por centros o fundaciones, como una forma de intervenir multidisciplinariamente el entorno del niño o niña.
Desde el Sename explican que las familias de acogida firman un compromiso que establece que se trata de un proceso temporal, que puede ir de 6 meses a dos años, y consiste en una forma de cuidado alternativo que provoca mayores beneficios en los niños, pues se le interviene desde una realidad familiar.
"La idea es que el sistema se adapte al niño y no el niño al sistema. El impacto de una familia es muy positivo en él", comentó la directora del Sename, Marcela Labraña, a .
Adelanta que el servicio lanzará prontamente un programa que involucre directamente a las familias de acogidas con el Sename y no se haga a través de fundaciones, organismos o intermediarios, como se hace actualmente.
"La idea es que la gente se pueda informar e inscribir directamente en un sitio web institucional para ser familia de acogida", explicó.
Desinternación
Para que un niño salga del cuidado del Sename existen dos alternativas: una es que tras un trabajo multidisciplinario con la familia y el menor pueda volver a su entorno; o que un tribunal defina la adopción a terceros.
En 2014, egresaron de los centros de protección 6.897 niños. De ellos, el 50% lo hizo hacia su familia biológica (3.472) y 6% con una familia adoptiva (443). Desde las familias de acogida egresaron 2.235: el 65% volvió a su casa (1.457) y 46% con nuevos padres (46).
La política de desinternación es lo central del cuidado de un niño, según comentan en la Fundación San Carlos de Maipo, que se centran en el acompañamiento familiar.
Actualmente, el programa se realiza en cuatro residencias de la Región Metropolitana y entrega un apoyo terapéutico a los niños a través de tutores con los que establecen un vínculo con su entorno para lograr la revinculación.
"El programa ha logrado disminuir los tiempos promedios en que los niños vuelven a sus familias de origen. Antes era de 2,7 años y hoy es sólo de uno", dice Rafael Rodríguez, encargado del área de reinserción y restitución de los derechos de la fundación. J