Hannah Hooper tiene 27 años y hace cuatro meses que se encuentra viviendo en Chile. El pasado miércoles vivió la experiencia más extrema que puede sentir un extranjero en nuestro país: un terremoto.
Esta linda rubia, proveniente del puerto de Hamburgo, Alemania, estaba el miércoles en su departamento ubicado en el piso 21 de una céntrica calle de Santiago, en la Región Metropolitana.
Cuando el reloj marcó las 19.54 horas, comenzaron los minutos más intensos que haya vivido Hannah en Chile.
"Menos mal que estaba con Gonzalo (Ampuero)", parte diciendo la joven alemana en relación a su novio chileno, con quien ha cultivado una relación de 10 meses.
"Estábamos en el edificio cuando se comenzó a mover todo. Estaba tranquila, porque sabía que sí o sí tenía que pasar por algo así. Pero después que paró, me asusté mucho", manifiesta en calle Las Vizcachas, en Llolleo Alto, donde viven sus suegros.
"Si bien estaba tranquila, porque me acompañaba alguien que ya había vivido algo así, igual tuve un poco de miedo. Veía por la terraza cómo la gente corría desesperadamente por las calles. Ahí me comencé a asustar un poco", recuerda.
Luego de los largos e interminables minutos de movimiento, Hannah y su pareja encendieron la televisión para ver la magnitud del terremoto.
"Fue terrible ver toda la destrucción de las casas y lo que provocó la salida del mar. Uno sabe que pasan estas cosas en Chile. En Alemania, según me contaron mis papás, fue bien comentado el terremoto. Yo les envié un mensaje de inmediato a ellos para que estuvieran tranquilos", añade.
Pero no solo de este terremoto fue víctima esta simpática alemana. También ha conocido por estos días las bondades culinarias y brebajes típicos de nuestro país. Sobre todo de ese dulce bebestible elaborado a base de pipeño, granadina y helado de piña.
"Es exquisito el terremoto", dice con una inevitable sonrisa. "Lo he pasado muy bien en estos días. En Alemania no tenemos este tipo de celebraciones como Fiestas Patrias. Está el Día de la Unidad, que conmemora la unificación alemana, pero no es con fiesta como acá", relata.
Con respecto a la comida explicó que "las empanas son exquisitas, en especial la que prepara la señora Carmen (Castro)", culmina haciéndole la pata a su suegra. J
Hannah Hooper se puso en campaña. Para los mal pensados, aclaramos que no es con su pololo. Se puso en campaña para aprender a bailar cueca en este 18 de Septiembre. Durante varias semanas se preparó y gracias a la ayuda de su cuñada y pololo, el pasado viernes zapateó con tuti en las fondas de Santo Domingo. "Me costó aprender los pasos, pero es muy entretenido bailar cueca", dice esta linda alemana.