Bailarín pide que Farkas lo ayude a dejar el copete
Carlos Humberto Newman Meneses de 48 años se hizo popular en las redes sociales por el video de Facebook que El Ciudadano subió con el título: "El perreo extremo que alegra a San Antonio". Actualmente lleva más de 233 mil visitas.
El bailarín del puerto es un cuidador de autos que transmite su buen humor y sus divertidos pasos de baile ayudado por la música de los parlantes que promocionan paseos en lancha.
Este personaje que llegó al puerto hace más de 20 años dice estarlo pasando muy mal en las calles, ya que ha tenido que dormir muchas veces debajo de puentes o a la intemperie y que no sabe nada de su familia desde hace 20 años.
"Todos me dicen que ahora soy famoso y que me han visto en internet, pero a mí lo único que me preocupa es que me ayuden a dejar el alcohol", detalla Carlos, asegurando que el dinero que consigue con sus bailes lo destina a los seis litros de vino y cigarros que consume a diario.
De acuerdo a la triste historia que Carlos cuenta, desde que tenía 7 años se enfrentó a la vida de la calle y desde esa edad consume alcohol.
Tras la dura vida, los malos hábitos y el abandono familiar que sufrió durante toda su infancia, estuvo en la cárcel de Rancagua durante 10 años por robo con intimidación.
"Si yo me rehabilitara podría dejar todo esto. Quiero recuperar a mi familia y dejar la calle", declara Carlos con lágrimas en sus ojos. "Pero no es fácil, a mí me tienen que internar y hacerme un tratamiento que es muy caro y así solo, yo no puedo", señala agregando que su esperanza a estas alturas es la ayuda del magnate filántropo Leonardo Farkas.
Hace un par de días consiguió un lugar que se dedica a cuidar por las noches en Barrancas y al menos le brinda un techo donde pasar las noches.
"Ahora me dieron esta oportunidad de cuidar el restorán donde al menos tengo agua y luz para vivir mejor y sin el frío del puente", detalló. J