La tortilla de rescoldo gigante demoró, pero le gustó a todos
La segunda versión de la tortilla de rescoldo gigante de Lo Gallardo se mantuvo como un panorama de atracción turística para miles de visitantes que asistieron durante toda la jornada de ayer al recinto deportivo ubicado a la ribera del río Maipo.
Si bien la jornada de espera de la apetecida preparación se alargó más de lo presupuestado, el fiel público aguardó expectante mientras disfrutaba del show artístico y las ofertas de productos de la zona y artesanías que decenas de vecinos exponían en el lugar.
Puntualmente las mujeres encargadas de la masa llegaron a las nueve de la mañana hasta la sede para elaborar la gran receta que deleitaría a cientos de comensales. Eran seis las encargadas de la mezcla quienes se ayudarían por una máquina mezcladora para facilitar el trabajo. Sin embargo, les llegaron dos ayudantes que, además de contribuir con fuerza de hombre a la elaboración, se mostraron dispuestos a aprender las técnicas tradicionales de la receta.
"Llegaron dos Chefs del Mar a ayudarnos y así se hizo mucho más fácil amasar y después llegó otro más. Tres nos ayudaron", comenta María Fuentes, una de las encargadas de la masa, quien agregó que durante la preparación debieron hacer varios viajes a sus casas, porque les faltaban implementos y se ponían nerviosas.
A las 11.00 las encargadas de la gran receta tenían la masa lista con todos sus chicharrones. Gran parte de la mezcla se hizo a mano y la otra en una mezcladora industrial.
costó
El primer problema se presentó cuando trataron de trasvasar la masa a la base de ladrillos donde alojaba el rescoldo ardiendo.
"Nos costó mucho. Dicen que el problema fue la tabla que era muy débil y se pegaba la masa", comentó una de las amasanderas.
La explicación del problema, según los organizadores, radicaba en el robo que sufrieron durante la semana donde, además de las herramientas, perdieron los tablones con los que harían la bandeja que permitiría deslizar la masa sobre el rescoldo.
"Teníamos todo para que resultara más fácil que el año pasado donde también nos costó mucho, pero después del robo y que casi decidimos cancelar el evento, optamos por arreglarnos sobre la marcha y el tablón que hicimos no era bueno. Tuvimos que partirlo en varias partes para usarlo", comentó Víctor Barraza, presidente de la Junta de Vecinos.
Este proceso duró más de una hora entre cortar las piezas de masa y ponerlas sobre las cenizas y luego juntarlas como un todo. El objetivo debía cumplirse y la tortilla tenía que medir 3,10 metros de diámetro. Finalmente la gran tortilla se cubrió de rescoldo cerca de las 13.30 horas.
Pasadas las 16.30 cuando la gente seguía aglomerándose apostada alrededor de la preparación se pudo comenzar a repartir un trozo de tortilla y pebre al centenar de comensales que pacientemente esperaron cerca de cuatro horas.
La tortilla gigante en tamaño, gigante en sacrificios de decenas de vecinos y gigante de trabajo llegó al paladar de los comensales que alabaron la preparación por la que valió la pena esperar. J
"Esta es una actividad que está recién en su segunda versión y lleva el carácter de ser una fiesta costumbrista, porque tiene que ver con rescatar las tradiciones de este pueblo típico de Lo Gallardo. Por supuesto que siempre hay cosas que están fuera del alcance de cualquier organización, pero es valorable el esfuerzo y la perseverancia de todos los vecinos que trabajaron durante mucho tiempo", destacó Paula Reyes, encargada de la Oficina de Turismo de la Municipalidad de San Antonio, quien agregó que esta actividad se proyecta como un evento anual en un entorno privilegiado a la ribera del río Maipo.
El evento contó con la actuación del grupo Los Tigres de Sonora que antes de las 18.00 comenzó a deleitar al público con sus rancheras.
Las parejas de baile no estuvieron ausentes en esta fiesta que terminó cerca de las 19.15 horas.
Según el concejal Danilo Rojas, quien participó activamente en el equipo de trabajo de la maratónica jornada, "todos terminamos muy cansados, pero también podemos decir que todos finalizamos contentos y la tortilla fue prácticamente milagrosa, porque alcanzó para todos", puntualizó.