Asalto, persecución y choque terminaron con hampón grave
Cerca de las 17 horas de ayer comenzó una historia que terminó con un delincuente grave y otras tres personas hospitalizadas.
Todo partió cuando una mujer salía desde el supermercado Unimarc del centro de El Tabo, donde la asaltaron. La víctima fue intimidada por un hombre de 26 años, quien la amenazó para robarle su vehículo, un Chevrolet azul.
El antisocial abordó el automóvil y condujo a toda velocidad rumbo a El Quisco, mientras la víctima alertaba a carabineros.
Testigos del hecho colaboraron para que atraparan al sujeto y entregaron importantes datos a los carabineros. A los minutos se gestaba una persecución policial que avanzaba por El Tabo.
El delincuente huyó rápido hacia el sector Huallilemu de El Quisco, pero en un momento decidió regresar por el mismo camino costero, pensando que así burlaría el accionar de los efectivos de Cartagena, El Tabo y Las Cruces que se habían sumado al operativo.
Sin embargo, en Isla Negra se había formado un candado policial para evitar el paso del hampón en el auto robado. Al ver las patrullas de Carabineros, el antisocial intentó escapar, subiéndose a la acera y atropellando a tres transeúntes, entre ellos una niña de 10 años.
Luego de ello colisionó fuertemente en calle Isidoro Dubornais, frente al restorán "La Cava de Pablo". Tras el feroz impacto, el asaltante quedó inconsciente y atrapado entre los fierros retorcidos del vehículo.
Carabineros tomó contacto con los servicios de urgencia, puesto que en el lugar había cuatro heridos: el asaltante y los tres peatones.
Los cuatro lesionados fueron trasladados al hospital Claudio Vicuña de San Antonio, siendo el conductor del auto robado escoltado por carabineros, puesto que pese a su estado de salud se encuentra en calidad de detenido.
El sujeto, de 26 años e identificado con las iniciales C.S.M., presentaba lesiones de carácter grave y al cierre de esta edición estaba siendo aún evaluado médicamente.
Los tres peatones lesionados se mantenían anoche fuera de riesgo vital y sus heridas eran de carácter reservado. J