La mayoría de los colegios y liceos de San Antonio están realizando sus galas y fiestas de finalización del año escolar, y las vacaciones de verano están a la vuelta de la esquina.
Tras la Navidad y el Año Nuevo, los padres y apoderados de la ciudad puerto comienzan a vivir otro problema: cómo entretener a sus hijas e hijos para que no se aburran durante sus casi tres meses de vacaciones escolares.
Para Óscar Abarca, sicólogo del Cesfam Manuel Bustos de Bellavista, lo principal en este período del año "es que los padres compartan lo que más puedan con sus hijos, y que los hagan también participantes de sus actividades".
Abarca explica que lo más probable es que tras salir de clases "los horarios para despertar y acostarse también comenzarán a flexibilizarse, y eso también tiene que ser algo controlado, para que el cambio de hábitos no sea tan fuerte, ya que en marzo las clases empiezan de nuevo y los chicos tendrán que volver a los horarios de sus colegios".
poner límites
Verónica Navarrete, coordinadora académica de la Escuela de Sicología de la Universidad del Pacífico, cree que lo más importante durante las vacaciones de verano es poner los límites de horario y permisos desde un comienzo.
"En esta época, los jóvenes ya no solo quieren salir los fines de semana, sino de lunes a lunes y los padres deben seguir trabajando. Creo entonces que es súper importante poner límites claros y que, independientemente de si el niño está de vacaciones, sepa que tiene horarios y ciertas tareas dentro del hogar y que además debe cumplirlas", afirma la especialista, junto con agregar que "esto debe ser conversado y dialogado con los jóvenes anticipadamente. Los padres deben ser capaces de proyectar lo que viene y no esperar a que surja la disyuntiva o cuando la cosa está desbordada, porque los arreglos y acomodos dentro del conflicto son mucho más difíciles".
Y con los más pequeños de la casa también hay que dejar todo claro desde un comienzo, asegura la sicóloga. "Por ejemplo, un niño no debe pasar todo el día viendo televisión o jugando Playstation. Y la manera de regularlo es ofrecerle alternativas, como entrar a un taller deportivo o cultural", aconseja Verónica Navarrete.
Por último, el sicólogo sanantonino Óscar Abarca cree que la comunicación entre los hijos con sus padres "también tiene que ayudar a que en la casa sepan cuáles son las cosas con las que los chicos se divierten en el verano". J