Miguel Montes, el dirigente que le cambió la cara a la Asociación de Buses de San Antonio
Cuando a Miguel Montes (55) le ofrecieron liderar la Asociación de Buses de San Antonio, sabía que no sería una tarea fácil, pero también tenía claro que el haber trabajado, primero como cobrador y después como chofer de micros, le serviría como respaldo al momento de tomar las riendas de la entidad gremial.
Actualmente está cumpliendo su cuarto periodo a cargo de la asociación. Con mucho orgullo, pero sobre todo con humildad, reconoce que durante todos estos años ha tratado de darle un nuevo aire al gremio.
"Este es un trabajo muy bonito, pero que requiere de harto sacrificio", explica, y luego agrega: "cuando yo recién empecé tenía una máquina súper vieja que pasaba puro en panne y que le decían la albacora, porque pucha que me salía cara. A veces me daban las tantas de la noche tratando de repararla. Yo sabía que, de esta forma, no iba a llegar a ninguna parte, así que decidí concentrarme en mi trabajo y en mis objetivos. Y eso mismo es lo que he tratado de inculcarles a nuestros socios".
La idea de convertirse en dirigente no fue algo que surgió de un día para otro, más bien, como él cuenta, nació de la necesidad de que alguien de la zona, que conociera los problemas reales del gremio, se hiciera cargo de ellos.
"Cuando me convertí en el presidente de la asociación, gracias a los votos de los socios, uno de los objetivos principales era darle una nueva cara al gremio y renovar el parque microbusero. Por eso, con mucho orgullo puedo decir que en dos años hemos logrado renovar el 80 por ciento de nuestras micros", recalca.
"También contamos con nuestro propio terminal y cada una de nuestras máquinas cuenta con sistema de GPS, tanto para resguardar la seguridad de los choferes como de nuestros pasajeros", añade.
trabajo sacrificado
El sanantonino reconoce que lograr este cambio no ha sido fácil, ya que hay personas que no quieren entender que este trabajo, requiere de sacrificio. "Pero con el pasar de los años, nuestros socios han entendido que deben renovar sus máquinas, porque eso causa buena impresión en los pasajeros".
Miguel pone un ejemplo para graficar lo que está diciendo. "Si vienen dos micros, el pasajero se va a subir a la más nueva. Eso también pasa con los colectivos. Por eso es necesario renovar el parque, además que una micro vieja, al final trae puros problemas".
"Además las cosas han cambiado. Antes uno debía pegarle tres patadas al freno para poder detener la máquina y para qué le cuento cómo era la dirección de la micro. Uno sacaba músculos tratando de dar la vuelta. Ahora las máquinas son súper modernas", cuenta.
Desde que tomó las riendas de la asociación ha buscado darle una nueva cara al gremio, por lo mismo, cada uno de los choferes debe andar con su ropa de trabajo. "Queremos que la gente nos reconozca, y que de una vez se termine con la mala imagen que muchas veces tienen de nosotros".
Asegura que todo el trabajo realizado con los dirigentes ha dado frutos, los cuales son reconocidos por sus socios. "No ha sido fácil, pero ellos ven los logros que hemos obtenido. Por eso nos sentimos orgullosos". Añade que "también se ha intentado brindar una buena imagen, por eso hemos tratado de que todo sea lo más transparente posible".
orgullo
Montes reconoce que todos estos avances obtenidos por la asociación en estos años se deben en gran parte al apoyo que ha recibido de los 40 socios que integran el gremio. "Ellos se han dado cuenta que los cambios han sido buenos".
"Ahora nuestra meta es pavimentar o asfaltar el patio de la asociación. Estamos trabajando en un proyecto que nos ayude a mejorar esos aspectos. Pero de igual forma puedo recalcar que nuestra sede cuenta con todos los requerimientos que nos pide la Inspección del Trabajo", comenta.
La familia de Miguel también ha estado muy presente durante estos años, en especial Ingrid, su mujer. "Nada de esto sería posible si no contara con el apoyo de mi mujer. Ella siempre ha estado apoyándome y para todos lados andamos juntos. Con mucho orgullo, puedo decir que gracias a nuestro esfuerzo, mis dos hijos son profesionales".
"Además ella ha sabido comprender el sacrificio que hay detrás, ya que hace 25 años, por ejemplo, que no salimos de vacaciones, porque hay que estar pendiente de todo. Mi mujer sabe que esta es la única forma de que las cosas funcionen y den frutos", recalca.
Miguel cuenta que a veces se sube a una de sus micros cuando uno de sus choferes falla, y que volver a conducir una máquina le trae muy buenos recuerdos. "Tengo anécdotas muy buenas, sobre todo cuando me tocaba ir a la costa en verano".
-Una vez iba camino a Cartagena, específicamente a Playa Grande, cuando nos topamos con un taco enorme, así que obviamente tuve que disminuir la velocidad. De repente veo por la ventana a una pareja que iba caminando hacia la playa. No sé qué habrá pasado, pero el hombre le dio una tremenda cachetada a la mujer y de la nada, comienza a golpearla. Los pasajeros no sabían qué hacer, hasta que uno gritó: "¡vamos a pegarle a este güeón!". Cuando les abrí las puertas, se bajaron como diez personas y le sacaron la cresta al tipo que estaba maltratando a la mujer.
fiesta navideña
Por estos días Miguel Montes se encuentra afinando los últimos detalles de lo que será la fiesta navideña organizada para los hijos de todos los socios de la asociación.
"La familia es muy importante para todos nosotros. Por eso, desde hace un tiempo, estamos organizando una fiesta en donde los niños puedan pasarlo bien. Les traemos juegos inflables, les regalamos dulces y les regalamos una tarde entretenida. En la noche es el turno de los grandes y todos los socios participamos en una comida para despedir el año", detalla.
"Nada de esto sería posible si las familias de los choferes no estuvieran detrás. Por eso también tratamos de integrarlas a nuestro mundo, ya que todos los sacrificios que hacemos son para el bienestar de ellos", recalca. J