El Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) levantó evidencias en el sitio del suceso y además realizó pericias al teléfono celular del policía, puesto que el móvil fue sustraído por el asaltante, quien luego lo botó a unas cuadras del lugar. Se buscaron huellas digitales en el aparato tendientes a dar con la identidad del delincuente.
Múltiples operaciones en su cabeza no lograron salvarle la vida a un carabinero en retiro que falleció tras agonizar por dos semanas.
Isidro Javier Ávila Hernández (78) no resistió una serie de golpes que recibió en el cráneo con un objeto contundente.
El sábado recién pasado el vecino de Tejas Verdes dejó de existir en el Hospital de Carabineros, donde se encontraba internado desde que lo hallaron inconsciente en la plaza de Llolleo. Entonces nada se supo del autor del bestial ataque.
"Los carabineros encontraron a mi papá grave y la ambulancia lo llevó hasta el hospital. Como mis hermanos no sabían nada de él fueron a preguntar a todos lados y al final lo encontraron en el hospital muy grave, sin que pudiera decir nada. Nunca más pudo hablar debido a los golpes que le dieron en la cabeza", explicó Margarita Ávila, una de los cuatro hijos del suboficial de Carabineros en retiro.
La familia del ex uniformado tiene una sola teoría : su padre fue asaltado y en ese contexto recibió la brutal golpiza. Según lo que presumen, "Don Javier", como conocían al occiso en Tejas Verdes, fue víctima de un atraco puesto que al hospital no llegó con ninguna pertenencia e incluso estaba como NN porque no tenía ni sus documentos.
"Nosotros creemos que a mi papá lo asaltaron y por eso lo golpearon tanto. En el Hospital de Carabineros nos dijeron que hubo participación de terceras personas en los golpes que recibió. Por eso nosotros queremos que esto se investigue, que no quede impune porque fue un homicidio con todas sus letras y no puede quedar sin que se castigue a nadie", expresó José Ávila, hijo del suboficial fallecido.
El cuerpo de Isidro Ávila fue trasladado la tarde de ayer desde la Región Metropolitana a Tejas Verdes, donde está siendo velado en calle Luis Cabrera 1225. Hoy harán una misa a las 11 horas en la capilla del mismo sector. J
El Laboratorio de Criminalística de Carabinero (Labocar) llegó la madrugada de ayer hasta el corazón del cerro Arena. Debían realizar en ese lugar exhaustivas pericias para aclarar un violento hecho que terminó con un detective herido a bala.
Así como leyó. Un subcomisario de la Prefectura de San Antonio se encuentra gravemente lesionado tras recibir un balazo en la mano por parte de un asaltante.
Según las primeras indagaciones, el funcionario policial caminaba por calle José Arrieta cuando al llegar a la esquina de Leoncio Tagle fue abordado por un desconocido. El sujeto le puso un cuchillo en el cuello para intimidarlo. Le quitó el celular y entonces comenzó un fuerte forcejeo.
El policía, quien no estaba de servicio al momento del atraco, trató de repeler el ataque y logró zafarse. La investigación preliminar indica que tras ello el subcomisario sacó su arma fiscal para tratar de detener al asaltante, quien volvió a abalanzarse sobre su víctima.
Ambos habrían forcejeado hasta que el arma se disparó. El resultado: un detective gravemente herido en su mano izquierda y un antisocial fugitivo.
El miembro de la PDI caminó por sus propios medios hasta es Servicio de Urgencia para pedir ayuda.
Debido a la gravedad de la herida, el subcomisario Mario Álvarez fue trasladado hasta el Hospital de Carabineros en la Región Metropolitana, donde ayer se mantenía bajo observación médica y al cierre de esta edición su estado de salud aún era delicado.
Hasta ayer aún no se lograba identificar al asaltante y por ello se desconocía si también resultó herido por la misma bala que afectó al policía.
La indagatoria quedó en manos de la Sección de Investigación Policial (SIP) de Carabineros. J