Jorge Bustos Este "gallito" le collerea a los mejores del planeta
El famoso "gallito" ya no es la entretención de cantina, de los amigotes o de los cabro chicos que quieren demostrar su fuerza. Hoy es un deporte, que tiene su ranking planetario y realiza campeonatos mundiales, continentales y en los distintos países donde se practica.
Chile no es la excepción, y el campeón nacional es sanantonino. Jorge Bustos (35) es el monarca en los 105 kilos y más. Con sus 140 kilos, su metro y 86 centímetros y con los brazos dignos de un coloso, el barranquino, ex lanzador de la bala y ex alumno de la Escuela Industrial durante 5 años buscó la cúspide de esta disciplina.
Este año la ganó y se adjudicó el derecho de disputar el Sudamericano, que se efectuó en el marco del Santiago Sport Festival, evento que juntó a distintas disciplinas en la Ciudad Deportiva de Iván Zamorano.
Ahí el vendedor de pernos de un local de Barrancas, con sus 43 centímetros de circunferencia en los antebrazos y 50 centímetros de bíceps le collereó a los mejores exponentes del subcontinente y se quedó con el tercer lugar. "A cada campeonato van mínimo unas 50 personas. Al Sudamericano llegaron competidores de Brasil, Perú, Bolivia, Argentina y Chile. Fue bien competitivo y los brasileños marcaron la pauta. Ellos son campeones el mundo y con el que pulseé fue tercero del mundo. Imagina cómo fue el nivel", contó
Jorge perdió con Vitor Muñoz, quien se quedó con el bronce en el último Mundial de Malasia. "Por eso me siento contento, aparte que fue una competencia muy entretenida. El peak es a los 40 años, generalmente los campeones del mundo tienen esa edad, yo tengo 35, me quedan unos años. Mi sueño es llegar a un Mundial y estar entre los 10 primeros, de a poquito se puede lograr", proyectó.
El campeón nacional de pulseada compite en desventaja. A nivel nacional anda bien, pero si quiere llegar a la elite mundial no basta con ir a entrenar después de la pega. "Soy grande, pero estos compadres la 'cagaron', tienen más volumen y definición , porque tienen entrenadores, son profesionales y se dedican a esto", contó.
En su pulseada con el tercero del mundo dio todo, pero no pudo instalarse en la final. "Sabía que los brasileños eran complicados. Con el que salió segundo intenté, aguanté un rato, pero no pude. Fue como un minuto. Ahora tengo que parar unos dos ó tres meses de competir, no puedo apretar ni una esponja por el esfuerzo que hice", relató.
Igual seguirá entrenando. Levantando 150 kilos en la banca, y los neumáticos del powerfit 10 veces en el gimnasio de Emilio Piñana. "Esto no es de un día para otro, requiere trabajo y entrenamiento. Los mejores del mundo viven de esto. No como uno que después del trabajo se tiene que hacer el ánimo para ir a entrenar", sentenció. J
Después de 5 años de sacrificios, Jorge logró el primer lugar del ranking nacional de la lucha de brazos y clasificó al Sudamericano.