Los drones fueron la novedad del Viejito Pascuero este año
Tomás Carlos, de cinco añitos, fue uno de los pocos niños que se vio ayer estrenando sus juguetes nuevos en la calle. El Viejito Pascuero cumplió con su pedido y llegó con una bicicleta a su casa de la parte alta de Barrancas. El pequeño estaba feliz aprendiendo a andar, pues aún no se maneja bien con el manubrio.
Tal vez fue el frío o el trasnoche, pero ayer las calles sanantoninas se vieron completamente desiertas. Recién pasado el mediodía salieron los pequeños a lucir sus obsequios.
En el bandejón central de calle Manuel Montt, en la parte alta de Barrancas, Trinidad Duarte y su abuelo Abraham Farías jugaban en el monopatín que trajo Santa Claus. "Estoy contenta. Anoche vi al viejito", dijo la privilegiada niñita.
La gran sorpresa de la festividad fueron los drones. Martín Benavente (9) fue de uno de los premiados con el moderno regalo. Intentó muchas veces, pero no es nada fácil manejar estos aparatos.
"Está bueno. Le he dado hartos golpes, parece que me lo eché...", decía cuando el dron cayó violentamente al suelo.
Otro que no daba más de alegría era el pequeño Lucas Palacios (7). Recibió zapatos de fútbol y una camiseta de la selección chilena. "No se los ha sacado. Está feliz", comentó su padre. J