Ha salvado más de mil vidas pero igual le negaron la licencia: "Me cortaron la otra mano"
En 1958, cuando tenía cinco años de edad, Francisco Germán Aguilera Morales perdió físicamente la mitad de su brazo derecho por culpa de un mortero que un grupo de soldados de Tejas Verdes olvidó retirar n el sector alto de Las Cruces tras una jornada de ejercicios militares. Nunca recibió una disculpa, ni menos algún tipo de remuneración de parte de la institución castrense. Ni siquiera se le ocurrió entablar una demanda.
57 años después, y luego de 49 años como salvavidas, un par de tecnicismos, a su juicio errados, en la certificación exigida por la Gobernación Marítima para la presente temporada veraniega hizo que no hubiera renovación de licencia. "Fue como si me cortaran la otra mano. Desde los 13 años que he trabajado como salvavidas en casi todas las playas del Litoral Central. Y este será el primer verano en que no tenga trabajo", reconoce resignado Francisco Aguilera.
Hace un par de semanas, como cada año, asistió junto a un grupo de postulantes a las pruebas físicas y teóricas que se deben rendir para ejercer la labor como salvavidas durante la época estival. Nunca había tenido problemas para sortearlas.
como pez en el agua
"El Cholote" Aguilera, como es conocido popularmente Francisco (lo más amigos le dicen "El Lobo"), prácticamente se ha criado en el mar. Aprendió a nadar a los ocho años en el pozo de una mina de carbón que existía cerca de Las Cruces.
Su primer rescate también fue precoz. Tenía un poco más de diez años cuando se lanzó sin pensarlo a las aguas de la playa de Las Cruces a rescatar a un hombre sobre los 50 años que no podía retornar a tierra firme. "Estuve como dos horas nadando con el caballero porque era bastante pesado y yo aún no tenía tanta fuerza. Yo conocía todas las corrientes y los lugares del mar donde se podía nadar para salir, así que pude sacarlo y rescatarlo para el favor de su familia que estaba en shock", recuerda.
A los 13 años comenzó a trabajar de forma autorizada. Durante sus 49 años como salvavidas estuvo en Playa Chica y Playa Grande en Cartagena, San Sebastián, Costa Azul (ahí estuvo 18 años), San Carlos, Playas Blancas y los últimos cuatro años los había pasado en la playa Consistorial de El Tabo.
Cada temporada acumulaba más experiencia. Según cree Francisco, ha rescatado a más de mil personas. "La gran mayoría cuando uno la rescata como agradecimiento te ofrece de todo. Hasta camionetas me llegaron a ofrecer, pero pasa el shock y los minutos y todo ese se esfuma. Uno lo hace por vocación, no por esperar el reconocimiento de alguien", comenta.
Sin límites
Pese a que Francisco Aguilera perdió la mitad de su brazo derecho a los cinco años, por culpa de un mortero olvidado, esto nunca fue para él un impedimento que le negara ser salvavidas. Así fue como se fue puliendo verano a verano y muchos lo comenzaron a reconocer por su excelente labor.
Incluso, los días que tenía libre, o aún no era temporada de playas, igual tenía que estar atento a cualquier llamada de emergencia. Cuando los imprudentes de siempre debían ser rescatados de las fuertes olas y corrientes, al primero que ubicaban para realizar esta maniobra era al "Cholote".
Su trabajo traspasó el Litoral Central y llamó la atención de un par de programas de televisión que quisieron conocer la historia de este salvavidas de Las Cruces que no tenía problemas para nadar con la mitad del brazo derecho menos.
Los extintos programas "Éxito", conducido por José Alfredo Fuentes, y "La Última Tentación", conducido por Aldo Schippacasse, lo tuvieron como invitado en sus espacios estelares. Los galvanos recibidos tras aquella participación televisiva actualmente reposan en el living de la casa que Francisco comparte en Las Cruces junto a su señora Gioconda Romero y su hijo Jesús.
En su hogar también guarda el elemento bélico culpable de que la mitad de su brazo derecho pasara a mejor vida. "No le echo la culpa a nadie por lo que me pasó, por eso quise rescatar el mortero y guardarlo. Estaba jugando como cualquier niño en un sector amplio, donde hacían los ejercicios los soldados que venían de Tejas Verdes, y por curioso fui a tomar el mortero sin saber qué era. Lo primero que traté de hacer después de la explosión fue parar la sangre, pero era mucha la que salía. Me presionaba lo que me quedaba de brazo, pero no había mucho que hacer. Me llevaron al hospital Claudio Vicuña de San Antonio, donde me cortaron primero una parte, pero por la gangrena que se estaba manifestando fueron cortándome cada vez más arriba, hasta llegar a la altura del codo", relata de forma tranquila y pausada el crucino de 62 años de edad (12 de mayo de 1953)
el peor verano
Cuando Francisco Aguilera salió de su casa hace un poco más de 20 días para ser parte del proceso de certificación en la Gobernación Marítima como salvavidas para la temporada 2016, lo hizo lleno de confianza. Con sus 49 años de experiencia, tenía que ser prácticamente un trámite. No había espacio para la duda.
Grande fue la sorpresa cuando un paramédico que estaba en el grupo calificador lo interrogó sobre métodos de reanimación que no tenían nada que ver con la metodología artesanal basada en el instinto y en el conocimiento del mar que realizaba cada verano el "Cholote".
"Eso molesta, que a uno que tiene experiencia lo rechacen de esta forma. Por que hay salvavidas más jóvenes que lo único que hacen cuando hay una emergencia es tocar el pito. Si yo veía que alguien se estaba ahogando, me tiraba de una, porque conozco el mar del Litoral Central al revés y al derecho", alega.
-Primera vez que no tendré que trabajar como salvavidas, y eso me tiene bastante achacado, porque este es mi único trabajo. En el año estoy acá en la casa, y en esta época de verano era cuando mejor me iba.
-No creo que vaya a la playa, porque me va a dar nostalgia. Pero si me llegan a llamar para ir en ayuda de alguna persona ahogada creo que igual iré, porque esto es lo que he hecho toda la vida, y no porque me hayan negado la licencia voy a dejar de ayudar si lo piden. J
"Desde los 13
años que he
trabajado como
salvavidas en casi
todas las playas
del Litoral
Central".