Muro amenaza con caer sobre casa de discapacitada
Hace cinco años que Marfa Fuentes no puede salir al patio de su casa con tranquilidad. El muro que separa su propiedad con la de un vecino está a punto de caerse desde la noche del terremoto, el 27 de febrero del 2010.
La estructura de ladrillo se afirma, a duras penas, de una gigantesca enredadera, de un tronco y del techo de la casa de la mujer, quien además tiene dificultades para escuchar.
"Nadie me puede dar una respuesta, porque esto es de un privado. Los dueños de la casa, que viven en Santiago, aparecen con suerte para arrendar y nunca me han tomado en cuenta", asegura la vecina de calle Dos Sur, en el mencionado balneario del Litoral Central.
problemas sin solución
La mujer asegura que ha buscado soluciones en todas las oficinas del municipio, pero que lamentablemente si no tiene una autorización de los dueños de la vivienda contigua no pueden derribar la muralla.
"Llevo mucho tiempo en esta misma situación. Es mucha la mala suerte", dice Marfa, quien la noche del domingo fue víctima de un robo al interior de su propia casa .
"Fui a la casa de una amiga y a pesar de que tengo perros (cinco en total) habían entrado y se había llevado cincuenta mil pesos, que era lo que tenía para pagar las cuentas. Supongo que se metieron por los hoyos de la pared", denunció. "El peso de la muralla está afectando mi casa. Tuve que cambiar los pizarreños, porque se rompió parte del techo y quebró una de las paredes. En invierno con la lluvia tuve que sacar todo lo que tenía adentro de esa pieza porque se me entraba el agua. Y de eso ya van cinco años", reclamó.
"Con la simple firma de los dueños de la casa de al lado, me hubieran podido ayudar del Gobierno, como a toda la gente que se vio afectada por el terremoto, pero han pasado los años y no he podido acceder a nada de eso. Es una injusticia tremenda lo que hacen conmigo", finalizó. J