Evelyn Silva, madre de cuatro pequeños, supo desde muy temprano que su hijo menor era distinto. Tenía preferencia por las cosas de sus hermanas. Así estaba más cómodo y cuando comenzó a hablar le dijo a su mamá que no era niño, sino que niña.
En ese momento se dio cuenta que era una niña transgénero y comenzaron a llamarla Selenna. Su historia, y la de cuatro jóvenes más, es parte del documental "Niños rosados y niñas azules" del director sanantonino José Retamal.
La cinta se estrenará el próximo 28 de enero en el Centro Cultural de San Antonio. Dura cerca de media hora y al término se dará paso a un conversatorio en el que participará él y los muchachos que cuentan su historia en el filme.
No fue un proceso fácil para el joven egresado del Instituto Comercial y docente del centro cultural Balmaceda Arte Joven de Santiago.
Cuenta que al principio era un mundo totalmente desconocido y que llevó "una fuerte carga emocional". Pero de eso ha pasado más de un año. "Esto partió con los alumnos del taller (de realización audiovisual en el mencionado centro cultural). Ellos tenían interés en desarrollar algo con el tema de la sexualidad", explicó el cineasta.
Al poco tiempo llegaron hasta Evelyn y supieron que esta situación, hasta entonces prácticamente desconocida en el país, tenía que ser el tema de su trabajo.
Con el apoyo de una fundación se pusieron manos a la obra y registraron dramáticas historias.
relatos reales
"No tenemos ningún experto. Son los propios niños los que cuentan sus experiencias con sus padres. Tenemos, por ejemplo, la de un niño de Los Andes que el primer día de clases es víctima de la directora de su colegio. Ella lo llamó adelante en un acto y le dijo a todos que era una niña, pero que le gustaba vestirse como niño. Fue brutal", adelanta.
"Hemos tenido muy buena recepción. Nuestro propósito es crear conciencia porque en la sociedad, en los colegios y en todas partes, se depende de la buena voluntad de las personas", agrega.
El realizador cuenta que los menores con esta condición sufren diariamente en un mundo acostumbrado a diferenciar entre hombres y mujeres.
"En algunos colegios no los aceptan y no se respeta el nombre social, que es el que se dan después, no con el que son registrados", describe.
"Si un niño así se pierde, no lo van a encontrar nunca porque su nombre ya no es el del carnet de identidad", dice.
A ratos parece difícil de entender, pero según cuenta el documentalista, los niños cuentan desde que aprender a hablar que "no son príncipes, sino que son princesas o lo contrario".
"Son la sociedad y los padres los que ven a la guagua y dicen si es hombre o mujer, pero este documental muestra que no es así", finaliza. J
José Retamal empezó su carrera artística estudiando teatro. Quería ser actor, pero al poco tiempo se dio cuenta que lo suyo era mandar y se cambió a la carrera de Cine en la Universidad del Mar.
Hace dos años imparte un taller en Balmaceda Arte Joven, en Santiago, y también en el Centro Cultural de San Antonio. Ha recorrido varios festivales con el documental "Niños rosados y niñas azules" y se apronta para su exhibición en festivales internacionales. Cuando lo entrevistamos en la casa de sus padres, en Bellavista, lo pillamos trabajando en los subtítulos de la obra.