Desde el 27 de agosto pasado la familia de Sergio Román Cerda está de duelo. La madrugada de ese día mataron al "Guata 'e lápiz" de una puñalada en el pecho. Un día después fue el funeral y desde entonces los dolientes no supieron nada más del caso.
A cuatro meses del homicidio ocurrido en calle El Sauce de Llolleo alto, la familia de Sergio Román decidió hablar. Contaron que el dolor no se pasa, que muchos miraron en menos el crimen porque se trataba de un consumidor de drogas y que hasta ahora no conocen detalles del proceso judicial.
"Mi hermano fue conductor de micros, le iba bien, era tranquilo, buena gente. Todo cambió con una expareja que tuvo él, desde entonces comenzó a consumir droga", empezó relatando Alejandra Román, hermana mayor del "Guata".
La vida de Sergio cambió en cosa de meses. "Comenzó a consumir pasta base y nunca pudo salir de ahí. Pero aunque mi hermano haya sido drogadicto, era buena gente, no era atrevido, no era violento y no merecía morir así", dijo Margarita, otra hermana.
Ahora están enfocados en que exista justicia y que la única imputada por el crimen sea condenada por el homicidio. "Nunca habíamos pasado por algo así, por eso no conocemos en qué va la investigación. Yo espero que siga adelante y que esta persona pague con cárcel lo que hizo, que haya justicia por mi hermano", imploró llorando Alejandra.
La familia dijo además que quisieron conversar con la prensa porque "no queremos que esto quede así, no porque Sergio estuviera en la droga, no va a tener justicia".
Actualmente el caso del asesinato de Serio Román Cerda es investigado por la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones y el Ministerio Público logró que se dejara en prisión preventiva a la única inculpada en el caso, Esterlina Vargas, quien lo mató en plena calle tras una violenta discusión entre ambos. J