David Bowie dejó una huella imborrable en la música mundial
Camaléonico. Versátil. Con ambas palabras se suele describir la extensa trayectoria musical de David Bowie, quien falleció el domingo a los 69 años, tras luchar silenciosamente contra un cáncer. David Robert Jones nació en el 8 de enero de 1947 en el seno de una familia humilde de Brixton, un barrio popular del sur de Londres. Una pelea a los 16 años dejó la pupila de su ojo izquierdo permanentemente dilatada, confiriéndole la extraña mirada que se convirtió en una de sus señas de identidad.
La ambivalencia sexual es uno de los temas recurrentes de sus canciones, junto al miedo y la alienación, con un modo de vida autodestructivo como telón de fondo. En 1975, hizo su primera incursión en el mercado estadounidense con "Fame", un tema coescrito con John Lennon, que llegó al número 1 de las listas de éxitos.
Su álbum "Let's dance" (1983(, conquistó a un público más joven en las pistas de baile, si bien, a partir de 1988, su periodo hard-rock con el grupo Tin Machine recibió una acogida más bien tibia.
En 1992 se casó con la modelo somalí Iman, con quien tuvo una hija, Alexandria.
Hasta principios de los años 2000, realizó discos y giras, pero un accidente cardiovascular en junio de 2004 en Alemania terminó ese periodo.
Cuando crecían los rumores alarmantes sobre su estado de salud, en 2013 sorprendió con un álbum lleno de vida, The Next Day. "Aquí estoy, no precisamente muriéndome", lanzó, rabioso, aludiendo a la letra de la canción que daba nombre al disco. El pasado 8 de enero lanzó su último trabajo discográfico, Blackstar, con el que nuevamente sorprendió explorando diferentes formatos. La crítica le dio un espaldarazo inmediato. J