Andrea, la amante de los perros y gatos que les da una nueva vida a las mascotas abandonadas
La joven de 18 años rescata animales heridos y maltratados. A través de Facebook recolecta fondos para alimentarlos y darles tratamiento veterinario. Cuando están sanitos les busca un hogar. Un ejemplo.
Jesús Farías Silva - jesusfariassilva.gmail.com
Andrea Orostegui nunca se había hecho cargo de un animal hasta que fue testigo de algo que nunca olvidará: una noche, hace dos años, supo de un perro pastor alemán que estaba envenenado en avenida Costa Azul, en las cercanías de su casa, en la comuna de Cartagena.
Salió junto a su madre, Karina Molina, quien hasta entonces era reticente a tener mascotas, y se hallaron con el can agonizante en la vía pública. El animal sufría y no era capaz de moverse. Quedaron impactadas y decidieron llevarlo a un veterinario, pero murió a las horas después.
Se sintieron impotentes al ver tanta cruedad y al no poder hacer nada más para evitar su triste desenlace.
Al poco tiempo llegó un perrito negro a la casa. Era muy pequeño. Iba arrancando de una vivienda vecina donde lo hacían dormir en un hoyo y le tiraban agua.
Como habían "quedado con la bala pasada" con el pastor alemán, decidieron quedarse con él y cuidarlo.
Pocho, como lo nombraron, terminó quedándose con ellas y se convirtió en la primera de muchas mascotas en ser beneficiadas con el inconmensurable amor por los animales de Andrea y su madre.
Conversamos con ella en el living de su casa, el mismo que tuvo que ser reemplazado y cerrado para que los perros no lo usaran como cama. Cuenta que tiene ocho canes y cinco gatos. Todos tienen una historia distinta detrás, pero con un denominador común: son víctimas del abandono y maltrato de sus amos.
Hablamos por unos segundos con Andrea, cuando Pocho abre la puerta. Le da unos lengüetazos al reportero gráfico y se marcha. También se pasea entre nosotros el Tommy, otro can de cerca de nueve meses con ánimo juguetón. Karina los corre con gentileza para que su hija pueda hablar tranquila, pero al cabo de un rato vuelven a ingresar.
En la casa de una tía, también en la comuna de Cartagena, Andrea tiene más animales. Entre ellos un perro atropellado que no puede caminar, pero que se recupera exitosamente.
Campañas en facebook
-¿Cómo lo haces para mantener tantos perritos?
-Sale caro. Hay gente que me ayuda, que hace donaciones y con eso los mantengo.
Andrea se las ingenia con el aporte de la gente que ha visto en Facebook sus buenas obras. En esa red social se hizo conocida por recibir animales en situaciones de abandono o enfermedad y también por darlos en adopción cuando ya están recuperados.
Afortunadamente, así como hay desalmados que maltratan y botan, también hay otros que reciben con los brazos abiertos y que no temen en apoyar la causa.
"Yo muestro las boletas y la recetas, es todo transparente", cuenta la muchacha, quien motivada por esto se decidió a estudiar técnico veterinario en el Duoc de Valparaíso.
Cuando comience el estudio, será su madre, su fiel compañera de aventuras, la encargada de continuar con su misión.
"Salimos juntas en el auto a darles comida a los perros que están tirados por ahí. Yo ando mirando por todas partes y de pronto veo uno por ahí y me lo traigo", cuenta.
Andrea recuerda que una vez llegó a la casa con seis perros. Se los encontró un día que estaba a punto de llover botados en medio de una canaleta.
"Si no me los hubiera quedado los habría arrastrado el agua", dice.
Casos impactantes
El caso que más le ha marcado no sucedió en el Litoral. Pasó en Villarica mientras estaba de vacaciones.
"Vi a una señora que botó cuatro perros debajo de una banca. Le dije, pero hizo como si nada. No conocía nada y empecé a buscar una veterinaria hasta que hallé una. Ahí me recibieron tres, así que tuve que quedarme con uno", describe.
"Me lo traje y a las semanas se decayó y se enfermó", agrega.
El Cachito, como lo bautizó, había contraído el peligroso parvo virus, una enfermedad que afecta principalmente a los cachorros y que se manifiesta con vómitos muy frecuentes, decaimiento y diarreas severas.
El mal le costó la vida al pobre perro y la joven quedó con una gran pena en el corazón. Gastó todo lo que tenía, vendió hasta parte de su ropa para costear parte del tratamiento, pero no se pudo. El Cachito se fue al cielo.
Andrea ya parece acostumbrada a dolorosas situaciones protagonizadas por cachorros.
Hace un tiempo se halló con uno que tenía un corte en el muslo. Un desalmado, probablemente, lo hirió, pero eso no es lo peor. La yaga se infectó y se llenó de larvas.
"Le salían y le salían los gusanos", señala con espanto.
También se enfrentó a una mortandad de canes que no ha vuelto a ver en sus dos años al servicio de las mascotas. En la avenida Costanera, en Cartagena, rescató a una perra con tiña que había sido madre hacía pocos días.
Cerca de ella había un pequeño con un tumor en el pecho.
"Tenía una ulcera y le había salido. Estaba durmiendo con otros doce perros en un colchón. Todos muertos en una casa".
La muchacha ingresó a la propiedad y se encontrpo con la escena macabra. Se llevó a los sobrevivientes, los que hoy recuperados tienen un nuevo hogar.
-Nada de esto pasaría si la gente fuera más responsable en primer lugar.
-Así es pues. No sé cómo pueden hacer eso. No está bien, si ellos sufren también.