Carolina Bustos Muñoz
"Es un milagro que nosotros estemos contando esta historia porque de los doce niños que comenzaron su tratamiento con la Feña, ocho ya partieron", dice con algo de tristeza Héctor Salgado al recordar la incansable lucha que ha llevado a cabo su familia y, en especial, su hija Fernanda.
Los Salgado Reveco están recuperando de a poco la tranquilidad que perdieron luego que al "conchito" de la familia le diagnosticaran una leucemia mieloide aguda.
Los tratamientos recibidos por Fernanda (8 años) no fueron suficientes para combatir esta maldita enfermedad. Por eso el trasplante de médula se convirtió en la única opción.
Los exámenes practicados a toda su familia revelaron que uno de sus hermanos sería el donante y el encargado de darle una nueva oportunidad a la menor, que a pesar de su corta edad, enfrentó la enfermedad con gran fortaleza
El sábado la Feña cumplió un año desde el trasplante, y su familia quiso celebrar esta importantísima fecha tal como si fuera su cumpleaños, "porque mi hija volvió a la vida el día de su trasplante, así que de ahora en adelante le celebraremos dos cumpleaños", dice su padre.
Lissette asegura que la recuperación de su hija tiene a todos muy contentos, en especial al equipo médico que vigila cada paso de la menor.
"Como se cumplió un año del trasplante, la Feña está siendo sometida por estos días a un chequeo general. Queremos saber si este año podría retomar la escuela, aunque todo depende de lo que digan los resultados".
La buena noticia es que en los exámenes practicados hace seis meses no quedaba rastro de la enfermedad, "pero la leucemia es muy traicionera, por eso debe estar siendo sometida a exámenes cada cierto tiempo", cuenta su padre.
En caso de que reciba la autorización, este 3 de marzo la Feña comenzará a cursar su segundo año básico en la escuela Movilizadores Portuarios.
"Ojalá que todo salga bien porque ella quiere ir al colegio, pero tenemos que saber cómo están sus defensas porque una recaída podría ser muy peligrosa. Tenemos mucha fe en que todo saldrá bien porque en estos nueves meses que Fernanda lleva en la casa, ha vuelto a recobrar esa vitalidad que nos dejaba locos porque esta cabra chica es eléctrica", dice, entre risas, su padre.
Agradecimientos
Tanto Héctor como Lissette no se cansan de agradecer a todas las personas que durante todo este tiempo les han brindado su ayuda. "Nosotros queremos agradecer porque ha sido mucha la gente que ha estado junto a mi familia en esta dolorosa lucha. También queremos que la gente sepa que la Feña se está recuperando de forma milagrosa y que a pesar de que queda camino todavía, estamos muy esperanzados en que toda esta pesadilla terminará luego", recalca el padre de Fernanda.