La mexicana que solo conocía San Antonio por los goles de Chupete
Carmina Valdés nació en Monterrey, hace un año se casó con un sanantonino y ahora vive junto a él en la misma ciudad donde se formó su gran ídolo. "Me traje la polera de los 'Rayados' por si lo encuentro en la calle", asegura.
La única referencia que la mexicana Carmina Valdés Treviño tenía de Chile y más específicamente de la ciudad puerto de San Antonio conjugaba apenas un nombre y un apellido: Humberto Suazo. Nada más.
Nacida en Monterrey, supo de la locura que el goleador sanantonino desató vistiendo la camiseta de los "Rayados" entre 2007 y 2014 (período interrumpido solamente por los seis meses que Suazo jugó el 2010 en el Zaragoza de España). "De hecho ahora los hinchas van todos con la camiseta número 26 de "Chupete" al estadio, porque es el máximo ídolo en la historia del club", reconoce Carmina, quien por circunstancias del destino está viviendo actualmente en la misma ciudad donde nació el jugador que tantas veces fue a ver y aplaudir al antiguo estadio Tecnológico de Monterrey.
"Mi hermano tiene su pieza totalmente ambientada con los 'Rayados'. Con muchas poleras de Suazo en su colección. En unos meses más vendrá a verme a San Antonio, y sueña con encontrárselo en el supermercado o en alguna parte de la ciudad", agrega Carmina de 26 años de edad.
¿Pero cómo fue que Carmina Valdés llegó a vivir en el Litoral Central? Ella mismo lo explica: "Estando en Monterrey le surgió la posibilidad a mi padre de trasladarse a trabajar a Houston, Estados Unidos, y en lo personal era una muy buena oportunidad para reforzar el idioma inglés", cuenta.
Durante los dos primeros años en Estados Unidos, Carmina tuvo que cursar los dos años obligatorios de College. Fue en esta etapa donde conoció a Maximiliano Santis, sanantonino que también había ido a estudiar a Houston (en Chile estudiaba Negocio Internacional). Ahí empezaron a entablar una relación que comenzaría como una hermosa amistad.
"Pero cuando terminamos los estudios en el año 2012, y cada uno tenía que volver a su país, comenzamos a darnos cuenta que no queríamos separarnos y decidimos aventurarnos a estar juntos. Nos quedamos trabajando en Houston y en septiembre del 2014, cuando se celebraban las Fiestas Patrias, nos vinimos juntos a Chile por primera vez", rememora.
Sin pensarlo dos veces, y dejando atrás su vida entre México y Estados Unidos, Carmina siguió a su novio. "Me costó decirle pololo, porque es una palabra que nunca había escuchado, y me daba risa", reconoce.
Otra palabra que también le trajo problemas fue el chilenismo "culiao", que ella pensaba era lo mismo que decir amigo. "Mi novio se reunía con algunos chilenos en Houston, y cuando se saludaban decían tanto esa palabra que pensaba era como decir amigo. Cuando llegué a San Antonio estaba conversando con la abuelita de Maximiliano y se me salió sin querer el "culiao" y fue un momento de mucha risa para ellos y yo sin saber qué era lo que había dicho mal", afirma risueña Carmina, a quien también le llamó la atención que muchos apodos de nuestros compatriotas sean extraídos del reino animal.
"Muchos se saludan de 'hola perro, cómo estás', y eso también me daba mucha risa".
Extrañando el "chile"
Paradójicamente, lo que más extraña Carmina en su estadía en Chile es justamente eso, "el chile". "Es que acá la comida no tiene ese sabor que tiene la comida mexicana bien condimentada. Extraño mucho el chile bien picante, aunque igual nos trajimos productos de México sobre todo para cuando hacemos micheladas".
De la comida chilena, sus debilidades han sido las empanadas, el chacarero con ají verde y los completos, sobre todo por la mayonesa casera que no se ve en ningún local en tierras aztecas.
Junto a Maximiliano Santis se casaron el pasado 12 de marzo de 2015. Prontos a cumplir un año de matrimonio, Carmina se prepara para enfrentar un gran desafío que poco a poco comenzará a conectarla con San Antonio.
El próximo lunes 7 de marzo desde las 13.45 horas en las dependencias de la Escuela de Lenguaje Santa Inés en Llolleo, Carmina Valdés Treviño dará inicio al taller de Periodismo y Diseño Gráfico que pretende dejar una huella dentro de las pequeñas y pequeños sanantoninos. Pero eso no será todo, ya que los días viernes será el turno de desarrollar el taller de "cheerleaders" entre las 13.30 y las 15 horas.
"Los talleres son abiertos para niñas y niños de toda la provincia de San Antonio. En Estados Unidos estudié comunicación, y pude trabajar en temas de publicidad con algunas marcas. El taller de Periodismo y Diseño será todos los lunes, mientras que el de cheerleaders será todos los viernes. Ambos son totalmente abiertos a la comunidad", enumera Carmina, quien invita a todos los sanantoninos a visitar su página en Facebook "Icreateadvertising", donde se pueden revisar los trabajos que la joven mexicana realiza tales como logos, flyers, tarjetas de presentación o collages, entre otras producciones.
Cara a cara con suazo
Como buena hincha fanática del Monterrey (pese a que su padre es del Tigres, el eterno rival), cada vez que los "Rayados" disputaban un encuentro amistoso en Houston, Carmina partía junto a su novio Maximiliano Santis a alentar al equipo regiomontano.
Fue en uno de esos amistosos de pretemporada (muy comunes entre los equipos mexicanos para darles una alegría a sus hinchas que viven en Estados Unidos) cuando la pareja vivió un momento que seguramente no olvidarán.
"Monterrey jugaba en la ciudad de San Antonio en Texas, mira que casualidad, ante un equipo local. Mi novio fue con la bandera de Chile, y estuvo todo el partido mostrándosela a Suazo, para ver si nos hacía alguna seña. Después del juego, aprovechando que conocía a un jugador del equipo rival, el guardia nos dejó pasar al sector de camarines", relata emocionada Carmina.
La espera parecía interminable, pero el momento mágico se dio. Apenas Humberto Suazo vio la bandera tricolor con la estrella solitaria, les preguntó de dónde eran. "Mi novio le dijo que era de San Antonio y él muy amablemente nos saludó y nos firmó la bandera de Chile que hasta el día de hoy tenemos guardada como el mejor recuerdo del ídolo 'Chupete'", reconoce Carmina Valdés, quien trajo desde México su polera de Monterrey hasta San Antonio. "Por si algún día me topo a Suazo", dice entre risas.