Los vecinos de Las Dunas no dan más con las ratas
En la calle Manuel Soiza los roedores caminan por la vía pública e invaden las viviendas del sector.
C ansados están los habitantes de Las Dunas. En la calle Manuel Soiza, a pocos metros de Curicó, los roedores caminan como Pedro por su casa e invaden las residencias del sector. "Aquí hay un nido de ratones. A veces se van a mi patio, pero el gato del vecino los mata", relata Margarita Bonilla, residente del barrio.
A unos cuantos metros, Gabriela Muñoz abre la puerta de la casa en donde trabaja para aclarar que "donde tiran basura y mugre, los ratones se crían en la bajadita", dice sobre el terreno baldío ubicado a un costado de la calle.
Muñoz agrega que "el otro día mi hija iba caminando y vio pasar un guarén que iba para el restaurante de la esquina".
Según los vecinos, por las mañanas se pueden ver las ratas aplastadas por los vehículos en la calzada.
Los habitantes del lugar ya han tomado medidas para solucionar el problema. "Hemos comprado veneno, pero no es suficiente", explica un residente.
Algunos vecinos ya sospechan por qué sucede esta situación. "Por el calor, la basura y la maleza vienen para acá", señala un morador.
Pero en Las Dunas no sólo los ratones dan dolores de cabeza a los pobladores. Denuncian que por las noches en el sector de la escalera que da a Curicó se reúnen jóvenes que consumen drogas y alcohol y que protagonizan peleas.
Los vecinos tienen miedo de salir de sus casas. "Me tengo que encerrar a las 6 de la tarde porque hay mucha gente que viene a tomar y a drogarse", comenta una propietaria del lugar.
Según los residentes, "falta iluminación. Se ha vuelto muy peligroso. Acá asaltan a los escolares y a las abuelitas".
Los propietarios aún no pierden la esperanza de que esta situación cambie. "La municipalidad viene a limpiar y a los tres días vuelve a estar sucio. Nosotros les pedimos a las autoridades que aplanen el lugar y echen maicillo para acabar con todos los problemas", finaliza uno de los pobladores del sector.
18.00 A esa hora una vecina se encierra en su casa por temor a los borrachos que llegan al sector.