Rodrigo Ogalde
Un promedio de 200 vehículos de todo tipo llega cada día a la planta de revisión técnica de la empresa King en San Antonio, aunque en enero y febrero, que son los meses peak, esta cifra aumenta a 300.
Alberto Barroso, supervisor y jefe (subrogante) de dicho recinto, explicó a El Líder que pese a que en estos meses el flujo de vehículos se incrementa, igualmente la atención es rápida. "No hay que esperar tanto, además que ya pasaron los meses con más atenciones".
Barroso contó que gran parte de las fallas que presentan los vehículos que llegan a la planta tienen que ver con cuestiones más bien simples de detectar antes de ir a la revisión. "Muchos vehículos son rechazados por tener problemas con las luces. Hay que fijarse bien porque además es fácil verlas, la gente está acostumbrada a conducir nomás y no hace que alguien le revise las luces", afirmó. Por esto llamó a los choferes a inspeccionar sus automóviles exhaustivamente, sobre todo cuando los años puedan haberle pasado la cuenta a la joyita.
Así también, el representante de King recalcó que en todas las plantas de la Quinta Región está prohibido el uso de vidrios polarizados con láminas, por lo que todo vehículo que las tenga será rechazado. "Los únicos que son permitidos son los vidrios tinteados en forma original de la fábrica", declaró.
No a las coimas
Siempre está la posibilidad de que algún conductor vivaracho quiera "ofrecer" un incentivo a los trabajadores y técnicos de la planta de revisión para que su autito pase la prueba de la blancura. Conscientes de esto, en King han redoblado sus esfuerzos para evitar este tipo de situaciones.
Barroso admitió que han habido casos de choferes, especialmente de camiones, que dejan "platita" en una zona visible como el cenicero del vehículo. "Por eso les pedimos a todos los conductores que no dejen nada de valor al interior de los vehículos, eso lo dejamos claro en un letrero visible que tenemos acá", sostuvo.
De la misma forma, cada uno de los 12 operadores de las máquinas de revisión tiene una carpeta en la que se anotan las ocasiones en que el jefe de planta, al hacer un chequeo de un automóvil, notó que hubo fallas que, por diversas razones, dejó pasar. "Yo mismo hago estas inspecciones y siempre estoy monitoreando el desarrollo del proceso. A los trabajadores les hacemos cursos de capacitación para que tengan claro cómo realizar un trabajo eficiente", declaró Alberto Barroso, quien confirmó que los empleados que exhiban un comportamiento reprobable y cometan repetidas malas acciones son desvinculados, pues lo que se busca siempre es entregar un servicio con plena transparencia. Así se ha logrado mantener un ambiente laboral de mucho compañerismo, asegura.
"Muchos vehículos son rechazados por tener problemas con las luces".
Alberto Barroso