Padre acusa que su hijo estuvo a punto de morir "por negligencia del hospital"
Asegura que el menor de solo tres años tenía un fuerte dolor en el costado derecho y vómitos, pero que en el Servicio de Urgencia no detectaron a tiempo que se trataba de una peritonitis. El pequeño fue trasladado a Valparaíso.
Jonathan Salinas (32) trabajaba normalmente la tarde del viernes cuando recibió una llamada de su pareja Denisse Fuentes. La mujer le contó angustiada que su pequeño hijo de tres años no paraba de vomitar y que le dolía mucho el costado derecho de su abdomen.
El joven parquímetro del centro de Llolleo no pudo moverse de su puesto laboral. Quedó asustado mientras ella llevaba al pequeño de urgencia al Hospital Claudio Vicuña. Eran las cinco de la tarde.
De acuerdo al relato de Jonathan, luego de una larga espera, el menor fue atendido por una médico, quien le diagnosticó una gastroenteritis. Le recetó unos medicamentos y le dio el alta.
La madre y su niño volvieron a su residencia, pero los dolores no cesaron.
"Lo que nos dijeron en el hospital no era correcto y mi hijo seguía vomitando y le salía una flema verde", contó Jonathan.
A medida que pasaban las horas, la desesperación de la joven pareja aumentaba cada vez más. Decidieron llevar al niño al Sapu del consultorio de Barrancas, donde un profesional cambió el diagnóstico del hospital.
"Nos dijeron que tenía una infección urinaria y que compráramos más remedios y para la casa otra vez", agregó el padre del pequeño de tres años. Eran cerca de las 23 horas.
Sin mejorar
Con los nuevos medicamentos el niño no experimentó mejoría, por el contrario seguía sintiéndose muy mal. "Lloraba y me decía papá me duele", recuerda su padre.
A duras penas el menor logró conciliar el sueño por un rato, pero el malestar fue más grande. "Despertó peor. Daba una pena enorme verlo retorciéndose de dolor y que lo que le habían dado los doctores no servía", dice el parquímetro. Decidieron pedir una ambulancia y volver al hospital. Eran las cuatro de la madrugada.
Segunda ida
"Llegamos y ya había otra doctora. Nos retó y dijo que teníamos que haber llevado al niño antes. Le mostramos los papeles y ella miró para abajo no más y dijo que había que llevarse al niño a Valparaíso, que tenía una peritonitis y que estaba mal", denunció.
"Mi señora se fue con él en la ambulancia y yo me conseguí la forma de irme con unos amigos. Allá nos preguntaban si era alérgico a algo y lo operaron de inmediato", agregó.
Afortunadamente el pequeño se recuperó exitosamente tras la operación, pero su padre quedó muy molesto por lo que considera que es una "mala atención y una negligencia".
"Qué habría pasado si le hacemos caso a la primera doctora y le seguimos dando los remedios, esperando en la casa a que sanara. Si mi hijo se hubiera muerto, quién me responde, quién me lo devuelve: nadie", reclama.
"No quiero ni plata ni poner denuncias en los tribunales porque mi hijo está bien gracias al Señor. Quiero que nadie juegue con la salud de las personas. Eso no se hace y yo creo respetuosamente que eso fue lo que hicieron. Estamos hablando de un niño chico que se retorcía de dolor y que pudo, ni Dios lo quiera, haber muerto por una cosa así".
"La gente de San Antonio no se merece algo así. Si uno paga Fonasa por ejemplo. Si uno además tiene derechos, la salud es un derecho. En Valparaíso todo fue distinto, fueron más amables, nos hablaron y nos explicaron. Acá eso no se ve", finalizó.
Hospital
Desde el hospital Claudio Vicuña, la jefa del Servicio de Urgencia, Christabel Jensen, señaló que "la intervención quirúrgica tuvo un buen resultado; eso es lo que destacamos como parte de la red asistencial del Servicio de Salud Valparaíso - San Antonio. El menor tuvo que ser trasladado porque requería atención de cirujano infantil. Cuadros clínicos como una apendicitis son evolutivos, es por eso que en una consulta inicial se trató al paciente por dolor abdominal y además se indicó control si el malestar persistía".