El entrenador lila no entendía nada
El cesado Jorge García se enteró de la determinación en un almuerzo con el presidente Miguel Díaz.
Nunca Jorge García Ahumada esperó que su trabajo con San Antonio Unido terminara de forma tan abrupta.
Cuatro meses y medio duró la labor del ex entrenador de Cobreloa y Everton en el banco lila. Dejó a su equipo primero en la tabla de posiciones, igualado en puntaje con La Pintana (50 unidades) e invicto en la postemporada, con cuatro empates en esta lucha que da el premio mayor: el ascenso a la Primera B.
El día comenzó normal para el "Chicho", pero terminó con una serie de preguntas, porque no entendía las razones de su desvinculación.
El DT trabajó con normalidad la mañana de ayer en el estadio de Estrella de Chile, preparando el crucial compromiso de este sábado ante Naval (17 horas en el Municipal Olegario Henríquez). Junto al grupo de jugadores ratificó la convicción de pelear por el ascenso y conversó largamente sobre sus opciones.
Luego de la práctica, el plantel se volvió a reunir para tratar temas internos; mientras Jorge García rápidamente se dirigió al camarín. Había recibido una llamada de Miguel Díaz.
En el restorán del casino de San Antonio se registró el encuentro pasadas las 14 horas. Tras la cita con el timonel lila, Jorge García no entendía nada.
Sí le quedó claro que no querían contar más con sus servicios en el club, pero Díaz no lo despidió en ese momento.
La noticia poco a poco se comenzó a difundir por las redes sociales y a eso de las 19 horas, García seguía incrédulo y en la incertidumbre sobre su futuro. "Imagínese lo sorprendido que estoy. Nada está confirmado", expresó con escepticismo y relató que el timonel se comprometió a llamarlo durante la jornada. La idea del presidente era que esta fuera una decisión del directorio. Pasadas las 21 horas se comunicó con el presidente del club. Lo cesaron, pero el despido no fue claro, según palabras de García.
El entrenador del SAU anunció que si no recibía una confirmación de su despido "me voy a presentar igual a trabajar mañana (hoy). Que tomen la decisión que quieran, pero no voy a renunciar", aseveró.
El DT relató que en la cita, Miguel Díaz le expuso una serie de razones que motivarían la determinación; sin embargo, ninguna era convincente para el "Chicho".
Hace semanas que el entrenador notaba algo extraño, pero nunca imaginó que su trabajo en el SAU terminaría de esta forma a 6 fechas del final del torneo. "Se ha generado un ambiente externo medio complicado de ciertas personas, malintencionado. Después de todo lo hecho, siempre buscando ganar, se generó tal mentalidad en los jugadores, que se traspasó a la hinchada ese juego ganador, en el que un empate es tremendamente malo. Peleé por el bienestar de los jugadores, para tener lo necesario y lo básico para entrenar", expresó a modo de despedida.