Las historias más impactantes del suboficial Eduardo Campos
El funcionario, que actualmente está a cargo de la Patrulla Comunitaria en San Antonio, recordó tres importantes hechos ocurridos en sus casi 30 años de carrera policial.
Desde pequeño el suboficial Eduardo Campos le tuvo un cariño muy especial a la institución que lo ha cobijado por casi 30 años.
Su padre, un suboficial mayor de Carabineros, recorrió parte del sur del país junto a su familia y, gracias a él, guarda los mejores recuerdos de su niñez.
"Cuando tenía cinco años, íbamos con mi mamá al retén a dejarle una lonchera de aluminio con almuerzo a mi papá. La verdad es que de chico he tenido cariño y respeto por la institución, ya que prácticamente me crié en un cuartel de Carabineros", contó el funcionario, quien agregó que "debe ser por ese cariño que dos de sus tres hijos seguimos los pasos de mi papá. Mi hermano ya jubiló y a mí me queda un poco más de un año para hacerlo".
En 1996 llegó a la Subcomisaría de Llolleo para cumplir funciones operativas. Nueve años después arribó a la Primera Comisaría de San Antonio. Fue ahí donde comenzaron los primeros coqueteos con la Patrulla Comunitaria de Carabineros, que hoy lidera con mucho cariño, pero sobre todo con dedicación. "Nosotros trabajamos de la mano con la comunidad en todo ámbito. Estamos presentes en lo deportivo, en lo recreativo y en todas las instancias que se pueda".
"Esta es la primera vez que me ha tocado trabajar tan cerca de la comunidad y la verdad es que me gusta mucho porque la gente ya no te habla como carabinero, sino que me dicen "Campito", porque hemos ido formando otro tipo de relación... mucho más cercana", confesó.
Debe ser por su cercanía con la gente que dentro de su carrera recordó tres hechos que lo han marcado y que, según él, lo seguirán marcando hasta el fin de sus días.
27-f
El terremoto del 27 de febrero de 2010 dejó una huella imborrable en este suboficial de 51 años, quien confidenció que jamás había vivido una catástrofe de esa magnitud.
"Ver esa mañana a la gente desesperada, sobre todo a los niños, es algo que hasta ahora me afecta. Recuerdo que me tocó ir a los Ojos de Mar (Llolleo) y fue impresionante ver cómo un cuerpo flotaba en el agua mientras sus familiares estaban ahí... sufriendo. Ver todo en el suelo es algo muy impactante, porque una tragedia como esta se escapa de nuestras manos", relató.
A pesar de vivir a diario con sucesos trágicos, la muerte siempre ha impactado a este funcionario policial. Más aun cuando los involucrados son menores de edad. "En esos momentos uno se quiebra porque es inevitable no pensar en nuestra familia y en nuestros hijos, pero hay que sacar fortaleza".
Un trágico accidente de tránsito ocurrido en la localidad de Longotoma (La Ligua) que fue protagonizado por un bus Tas Choapa y un camión que chocaron de frente también dejó huellas en el suboficial. "Fue impactante ver a personas fallecidas atrapadas entre los fierros. Sacar al conductor partido por la mitad, pero lo más impresionante fue ver a un niño fallecido". El suboficial Campos se quiebra por primera vez en esta conversación.
En sus casi 30 años ligado a la institución, reconoció que no sólo los hechos tristes han marcado su carrera. Con mucho cariño recordó la noche en que fue testigo de uno de los momentos más inolvidables de su vida. Fue un nacimiento, pero no cualquier nacimiento, ya que este se produjo arriba de un vehículo y en plena vía pública.
"Esa noche andábamos haciendo un patrullaje preventivo por el centro de San Antonio. A la altura de calle Lauro Barros vimos que una automovilista nos hacía señas como loco. Nos acercamos para ver qué pasaba y nos dimos cuenta que había una mujer a punto de dar a luz", rememoró.
Por más esfuerzo que hicieron, la angustiada madre no pudo aguantar más, así que se acomodó como pudo en el asiento trasero del auto para empezar con el trabajo de parto.
"Me puse tan nervioso que no atiné a nada. Mi compañero finalmente tuvo la misión de asistir a la señora y yo sólo hice la función de arsenalero", contó, entre risas.
Campos aseguró que fue un momento mágico y que difícilmente olvidará. "Ver a la guagüita nacer y ser parte de ese momento tan bonito es impagable. Me acuerdo que no teníamos nada, así que fui al Pronto Copec que está cerca y me dieron papel higiénico y con una cortaplumas le cortaron el cordón umbilical. Después, cuando ya estábamos más relajados, con mi compañero echábamos la talla".
Luego de vivir esa bonita experiencia, ambos carabineros recibieron los agradecimientos de los padres del niño. "La mamá estaba muy contenta y agradecida porque aparecimos justo a tiempo".
Todas esas experiencias han marcado la vida de este sargento, quien por estos días se encuentra trabajando de lleno en la Patrulla Comunitaria, perteneciente a la Primera Comisaría de San Antonio, junto a la cabo primero Corina Urzúa y el sargento segundo Rolando Muñoz.
"Esto era lo que yo quería porque me gusta trabajar directamente con la comunidad. Cuando estaba en la parte operativa obviamente debía tener otro trato con la gente, aunque siempre con cordialidad. En esta profesión uno sólo debe tratar de ser justo nomás. Ojalá que yo pueda dejar una huella marcada en mi trabajo, porque después muchas veces pasamos al olvido".
-¿Cuál es la función que cumple la Patrulla Comunitaria?
-La gente quiere conocer al carabinero de su sector por eso nosotros trabajamos de la mano con la comunidad.
-¿Cómo la comunidad se puede acercar a ustedes?
-En algunas ocasiones buscamos a los dirigentes ya sea de junta de vecinos, de centros de madres para organizar una reunión o charla educativa, ya que nosotros tenemos un registro de todas las organizaciones. También trabajamos con jardines infantiles.
En una ceremonia realizada hace unos días, el sargento Eduardo Campos recibió de manos del alcalde Omar Vera un reconocimiento por la importante labor que desarrolla en beneficio de todos los sanantoninos.
"Siempre es bueno recibir un reconocimiento de estas características, sobre todo si es hecho por una autoridad tan importante como es el alcalde. Eso quiere decir que estamos haciendo las cosas bien", explicó el funcionario mientras preparaba una visita a un jardín infantil de Villa Las Dunas.
"Este mes de aniversario nos vienen a saludar de todos lados, en especial los niños. Es necesario que ellos conozcan nuestra labor y que aprendan a respetar a los carabineros porque al final nosotros estamos para servir a la comunidad, ya que también formamos parte de ella".