Familiares de las víctimas del tsunami denuncian que nunca han recibido ayuda
Rosendo Millavil perdió a su mujer el 27-F en los Ojos de Mar y no confía en la indemnización del Estado.
P ese a que una de las primeras sentencias judiciales acerca del caso tsunami del 27-F nombra a una sola de las cinco víctimas que murieron en San Antonio, y a que ya se han establecido montos de indemnización para algunos de los afectados, los perjudicados en la comuna puerto dicen no saber nada de esta resolución.
Una de las víctimas locales mencionadas en la sentencia es Victoria Vásquez Urrutia (42), quien fue arrastrada por las olas y sus restos fueron encontrados al cuarto día.
Su pareja, Manuel Orlando Carrión, contó que hasta hoy no ha recibido ninguna notificación al respecto y que jamás recibió ayuda de parte del Gobierno. "Cuando fui a declarar me dijeron que tenía que esperar y hasta el momento, después de todos estos años, no me han citado nunca. Lo que he sabido es a través de las noticias", detalló, agregando que se hizo asesorar por un abogado, pero que hasta el momento no ha tenido avances.
Depresión
El caso de Rosendo Millavil Collipil, quien fue rescatado de las aguas tras perder a su mujer (Ana Astorga de 66 años), no es muy diferente. Este hombre cuenta que después de la tragedia quedó tan choqueado que prefirió alejarse y no saber nada acerca del tema. Se fue al sector de Nueva Imperial en la Novena Región. Incluso abandonó su derecho a defender la propiedad del Camping de Llolleo, que finalmente fue expropiada junto a las demás, por una suculenta suma.
"Mi hija recibió una carta certificada donde le decían unos disparates, pero yo no lo creo", comenta, agregando que no entiende mucho de los términos, pero lo que le habrían indicado es que podrían recibir una indemnización cercana a los 200 millones de pesos.
"Lo que sé bien es que nos pidieron testigos y los nombramos, pero después de eso no nos han contactado para nada más. Además me dijeron que los testigos no declaraban, que se daba el nombre y el rut, no más. Pero es el abogado el que sabe esas cosas, yo no", admitió.
La depresión que ha vivido este hombre, después de perder a su esposa en la tragedia, es tal, que dice que nunca más pudo recuperarse. Incluso, declara: "yo no sé cómo salí de eso, si yo nunca debí haber quedado vivo".
Los temas judiciales no son fáciles de entender para el ciudadano promedio, y para este humilde hombre tampoco. "Ninguna cantidad de plata me va a devolver a mi señora, ni tampoco el sufrimiento que he tenido que pasar hasta hoy, porque sigo solo", añadió.
rescate
Uno de los rescatistas más destacados durante la tragedia que enlutó al país fue Danilo Rojas, concejal de San Antonio perteneciente al Grupo de Rescate Anfibio San Sebastián (Grass), quien no dudó en referirse al tema.
"Ante la irresponsabilidad humana de lo ocurrido me parece verdaderamente un chiste, porque creo que, primero la vida no tiene precio, y segundo, las indemnizaciones que fluctúan entre los $7 millones y los $31 millones, bajo ningún punto van a reparar la pérdida de un familiar de las víctimas desaparecidas acá en San Antonio y en otras partes del país. No entiendo por qué las indemnizaciones son tan diferentes", declaró el edil y agregó que hasta el momento sigue pensando que la Onemi no es un organismo confiable.
4:30 a esa hora arribaron las olas del tsunami que destruyeron el Camping de Llolleo. Hubo cinco muertos.
Alrededor de las 4.30 horas arribaron las olas de grandes proporciones que azotaron el sector de los Ojos de Mar, arrastrando 150 cabañas de material ligero del hoy desaparecido Camping de Llolleo.